Minuto Uno (Opinión)

Tres motivos justifican el despido de Poyet

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
Tres motivos justifican el despido de Poyet
- Joaquín Adorna
Lo escribía ayer y va camino de suceder: otro ridículo en otro despido de otro entrenador. En el Betis quieren mandar muchos y no manda nadie. No hay criterio. Tras la última comparecencia de Torrecilla se intuía un respaldo a Poyet, al menos, hasta la jornada 13, con el que estaba de acuerdo el presidente Haro. Sin embargo, las constantes vitales del equipo -en modo encefalograma plano- hacían prever un despido anticipado. La afición dio su veredicto por segunda vez ante el Espanyol y en Villarreal ocurrió lo que todos los béticos intuían. Dos días después aún no hay reacción: varios entrenadores tanteados, el desconcierto generalizado y el 'Plan B' todavía sin activar.

Se pierden las horas en un club en el que no hay un minuto que perder, y más sabiendo que aguantar a Poyet hasta después del partido ante Las Palmas sólo serviría para tres cosas: regalar tres puntos -una nueva derrota parece garantizada-; crispar aún más los ánimos de una afición que no aguanta más gotas colmando el mismo vaso de la impaciencia; y desaprovechar un parón liguero idóneo para activar el relevo. Los ofrecimientos se disparan, pero resulta curioso un dato. En la encuesta realizada ayer por ESTADIO Deportivo, la afición pide mayoritariamente que se apueste por José Juan Romero, el técnico del filial. Quienes le conocen viven enganchados a su estilo ofensivo y le consideran más que capacitado, aunque la crítica situación del club podría devorar a quien está llamado a cumplir algún día el sueño que con tanto ahínco persigue.
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