Apuesta arriesgada y valiente. El
Sevilla ha decidido poner en manos de
Pablo Machín, un técnico joven (43 años) con sólo una temporada de experiencia en
Primera división, el equipo del 'Año II después de Monchi'. Su exiguo currículum en la elite o la capacidad para soportar la fuerte presión mediática y social de un club como el
Sevilla despiertan recelos que se alivian con todos los datos positivos que rodean la trayectoria de un técnico que fue considerado el
Mejor Entrenador de Segunda (2014-2015); que es venerado en
Girona y que ha recibido la bendición 'papal' de
Guardiola -"Lo que ha hecho en el Girona es increíble"- y del mismísimo
Del Bosque -"Me identifico con
Machín. Su equipo es muy reconocible"-.
Machín jugó al fútbol dos temporadas en
Segunda división B con el
Numancia, pero se tuvo que retirar a los 23 años por una lesión de rodilla. Con el
Numancia en
Soria, su localidad natal, empezó su pasión por los banquillos en el año 2000, primero con equipos de categorías inferiores en la cantera, después con el filial y finalmente dos temporadas (2011-2013) con el primer equipo, en el que ya había actuado como segundo entrenador. Tras dos ejercicios dejando al
Numancia en la zona media de la tabla en
Segunda división, se marcha al
Girona. Lo cogió como colista en marzo de 2014 y estuvo a punto de ascenderlo en la campaña siguiente con el segundo presupuesto más bajo de la categoría. Lo logró en la 2016/2017 y este año, en su debut en
Primera, su
Girona ha realizado muy buen fútbol y ha luchado por clasificarse para
Europa.
Con
Machín se vuelve al perfil
Emery en cuanto a que es metódico y muy trabajador, aunque da más importancia al balón y le gusta que su equipo sea capaz de imponer "con inteligencia", dice, su estilo de juego. También en la apuesta por la estrategia. De hecho, el
Girona ha sido el equipo de las grandes ligas de Europa que más goles ha anotado a partir de balón parado. Fútbol de laboratorio, habitualmente un esquema de 1-3-5-2 con los extremos muy abiertos y muchas ganas de triunfar en un grande.
Aún está por ver quiénes le acompañan como ayudantes en su aventura, pero bien haría el
Sevilla en arroparle, como dijo
Caparrós en su presentación como
Director de Fútbol, para ajustar los errores que pueda ir cometiendo; y en mantener la paciencia que necesita un nuevo y complicado proyecto. El
Sevilla empieza a competir muy pronto en las previas de la
Europa League y su técnico, aunque reconocido por sus virtudes y su capacidad, aún no tiene el 'culo pelao' para aguantar las críticas y la presión que traerán las posibles derrotas.