Opinión

El Tour de Francia, un documental en directo

Juan Miguel JiménezJuan Miguel Jiménez
2 min lectura
El Tour de Francia, un documental en directo
- Juan Miguel J. Randado
Algunas de las grandes novelas de la Francia decimonónica vieron la luz por entregas, nutriendo a los periódicos de la época de asiduos lectores. 'El conde de Montecristo', 'Los miserables', 'Madame Bovary'... Ya en el primer lustro del siglo XX, Géo Lefèvre, contra las cuerdas por las bajas ventas de 'L´Auto', se sacó de la manga el serial de carretera. Bajo presión, en un gabinete de crisis en blanco y negro, lanzó su ocurrencia al padre del antecesor de 'L'Équipe', Henri Desgrange, que aceptó entre resignado y con tibia fe la locura de su subordinado. Había nacido el Tour de Francia. El ciclismo con todas las letras. Un patrón narrativo excelso. Por capítulos, con héroes, antagonistas y secundarios que dejan huella. Plagado de hazañas y dramas en cada secuencia. La vida concentrada en una ´road movie´. Un deporte creado por la prensa, popularizado por la radio y elevado a séptimo arte por la televisión en alta definición. Entusiasta o no de los entresijos de la carrera, al otro lado de la pantalla el espectador se entrega al documental en directo, a ese híbrido de naturaleza, historia y deporte. Los Alpes, los Pirineos y toda la riqueza monumental y paisajística del país a vista de helicóptero. Este año aguardan la Playa de Utah, el Valle de Arán, Mont Saint Michel, la ciudadela de Carcasona, la cueva de Chauvet o Megève. Sólo por eso ya merece la pena dejarse llevar ante el poder de las imágenes. 'Vive le Tour ! '.
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