Michael
Schumacher habría experimentado una leve mejoría tras la segunda operación a la fue sometido en el hospital de Grenoble, pero los médicos avisan que su estado sigue siendo muy grave y que sigue luchando por sobrevivir. Según el
parte médico que se acaba de hacer público, el expiloto de
Fórmula Uno se encuentra muy grave aunque la situación ha mejorado con respecto al último parte, emitido la mañana anterior.
"Esta mañana estamos en una situación mejor que la de ayer. No obstante, estamos en un momento muy prematuro, se encuentra en un coma inducido que podría durar el tiempo que estimemos necesario", señala el jefe del servicio de reanimación del centro hospitalario francés,
Jean-François Payen, quien dejó claro que Schumacher "no está fuera de peligro". "Había una presión intracraneal muy preocupante. Ha habido cierta mejoría pero seguimos hablando de un estado frágil, de una situación crítica", advierte.
Sobre su evolución, el equipo médico ha evitado hacer especulaciones y ha asegurado que no pueden pronunciarse sobre el "futuro de Michael Schumacher", aunque han indicado que "por definición, sí puede evolucionar". "Por ahora no hablamos de
secuelas", afirmaron.
El neurocirujano Stefan Chabardes, por su parte, narró que Schumacher llegó al hospital con "un traumatismo cranoencefálico grave, en estado de agitación y con su estado neurológico disminuyendo". "Constatamos que estaba en coma y se le operó de urgencia, después hemos visto la desaparición de varios edemas y de otros problemas", añadió antes de confirmar que, de no llevar casco, no hubiera sobrevivido. De hecho, el
casco quedó partido en dos trozos.