El
Gran Premio de Hungría, situado en el ecuador de la temporada, deparará este fin de semana el undécimo capítulo de la incansable lucha que los dos pilotos de Mercedes, el alemán
Nico Rosberg y el inglés
Lewis Hamilton, mantienen por el liderato del
Campeonato del Mundo de Fórmula Uno.
Un punto es el reducido margen que le queda al piloto de Wiesbaden tras haber perdido la jugosa renta que construyó con las cuatro victorias consecutivas que encadenó en la apertura del curso, en las pruebas disputadas en Australia, Baréin, China y Rusia. A ellas agregó una más, en el circuito urbano de Bakú (Azerbaiyán).
En cuatro de los últimos cinco Grandes Premios, sin embargo, el dominador fue
Lewis Hamilton, infatigable en su persecución.
Es por ello que el vigente campeón de la competición confía en disfrutar por vez primera este curso del primer puesto de la clasificación de pilotos. Ese es el premio que recogerá si suma un punto más que su adversario en
Budapest, donde ya venció en cuatro ocasiones: en 2007, 2009 y 2012 con
McLaren y en 2013 con
Mercedes.
Aupado por el primer puesto logrado en el pasado
Gran Premio de Gran Bretaña,
Hamilton confirmó que tratará de extender su positiva racha en
Hungaroring. "Estoy fresco, me siento poderoso y con confianza antes de la carrera de Hungría", advirtió.
Su compañero de equipo y rival por el título,
Nico Rosberg, se aferra, por su parte, a su condición de líder y, tras haber tenido que conformarse con la tercera posición en
Silverstone dada una sanción de diez segundos por recibir instrucciones de su equipo por radio, manifestó su intención de retener el primer puesto a su paso por
Budapest.
Amenazado por la voracidad del piloto de
Stevenage, tres veces campeón del mundo de la disciplina (2008, 2014 y 2015), está asimismo el alemán
Michael Schumacher.
Hamilton y él comparten el récord de cuatro victorias en el circuito de Hungaroring. Superar esta plusmarca multiplica la motivación del piloto inglés.
Lejos de la batalla por el liderato asoman el finlandés
Kimi Raikkonen (Ferrari), tercero a 62 puntos de
Rosberg, el australiano
Daniel Ricciardo (Red Bull), el alemán
Sebastian Vettel (Ferrari) -último campeón en Hungría- y el holandés
Max Verstappen (Red Bull), el único capaz de quebrar este curso el duopolio Hamilton-Rosberg.
El piloto de origen belga se erigió en el más joven ganador de la historia de una carrera de
Fórmula Uno con su victoria en el
Gran Premio de España, al hacerlo con 18 años, 7 meses y 15 días. Con dos segundos puestos consecutivos en Austria y Gran Bretaña, se planta en Hungría como sólida alternativa al dominio de los dos
Mercedes.
"Hemos iniciado el campeonato detrás de Ferrari, pero ahora estamos por delante de ellos. Estamos luchando por alcanzar a las flechas plateadas", anunció esta semana.
El suyo es uno de los nombres propios en el garaje tras su promoción, esta misma campaña, desde
Toro Rosso hasta
Red Bull.
Un objetivo menos ambicioso, como es el de puntuar, perseguirá su excompañero de equipo, el español
Carlos Sainz. El madrileño, hijo del dos veces campeón del mundo de rallys, es duodécimo en la clasificación general por delante del ruso
Daniil Kvyat y de los dos
McLaren-Honda de
Fernando Alonso y
Jenson Button.
Tras haberse quedado fuera de los puntos en
Silverstone, los pilotos español e inglés viajaron a
Budapest con la convicción de volver a sumar méritos a su casillero.
Eso lo dictará el rendimiento de su coche sobre el circuito de
Hungaroring, de
4,381 kilómetros de longitud.
La organización del undécimo Gran Premio de la temporada tiene previsto que los pilotos den 70 vueltas a uno de los trazados más lentos del Mundial. En Hungría se registra una velocidad media de 190 kilómetros por hora, la tercera más baja tras los Grandes Premios de Singapur y Mónaco.