A
Rubén Castro le ha tocado vivir, en este 2016 que ya toca a su fin, su peor sequía desde que fichó por el
Betis en el verano de 2010 y, a pesar de ello, sigue siendo más de medio equipo.
El delantero grancanario llegó a encadenar nueve jornadas seguidas sin ver portería este curso: desde el doblete que hizo en Mestalla en la jornada 3, hasta el tanto que le marcó al Eibar en Ipurúa en el decimotercer encuentro liguero. Sin embargo, esta mala racha no le ha impedido seguir siendo un futbolista vital para su equipo en este año natural, en el que ha marcado el 42,9 por ciento de los goles de los heliopolitanos. Es decir, 18 de un total de 41.
Tan determinante ha resultado su contrastada puntería, que el bético que le sigue en esta lista, que sorprendentemente es
Germán Alejo Pezzella, ha aportado 14 dianas menos.
Tras las cuatro del central argentino aparece Joaquín Sánchez, con tres, y un grupo de cinco jugadores con dos tantos: Álvaro Cejudo, Alfred N'Diaye, José Manuel Vargas, Tonny Sanabria y Álex Alegría. Además, con uno están Ricky Van Wolfswinkel, Charly Musonda, Aïssa Mandi, Bruno González, Felipe Gutiérrez y Cristiano Piccini, quien anotó en Riazor el último del año y el primero de su carrera. El gol restante fue en propia puerta.
Los 42 tantos del
Betis se reparten en 41 partidos (37 de Liga y 4 de Copa), lo que ofrece una pobre media de 1,02 tantos por cita. Algo que no extraña, pues no marcó en sus cinco primeros compromisos de este 2016.