Cristian Tello, que debutó el viernes como bético, puede considerarse un producto de La Masía culé, aunque sus inicios en el fútbol de cantera se produjeran en el Espanyol. Como tal, tiene ante sí un reto importante desde que llegó a Heliópolis, donde los jugadores criados en la ´fábrica´ azulgrana no han tenido demasiada suerte durante el último cuarto de siglo. Porque de los catorce casos más recientes, prácticamente ninguno triunfó.
A algunos les pesaron las altísimas expectativas que crearon sus fichajes, viendo cómo la grada siempre les exigía más de lo que podían ofrecer. Es lo que le ocurrió a gente como Vinyals, Verdú o, incluso, un Sergio García que, pese a no hacerlo del todo mal, jamás fue ese ´crack´ que apuntaba que sería.
En otros casos, el lastre fueron las lesiones, que marcaron decisivamente los periplos de Miguel Ángel, Damià, Xavi Torres o el más reciente, Sanabria, que llegó el curso pasado. Y, finalmente, el grupo más nutrido (Fernández, Arpón, Sánchez Jara, Mingo, Ismael, Óscar López y Pacheco) es el formado por los que pasaron sin pena ni gloria por Heliópolis.