No va a llegar el
Deportivo en su mejor momento al
Benito Villamarín para enfrentarse esta tarde al
Real Betis. Con sólo un punto en la clasificación y muy cerca de los puestos de descenso.
Los gallegos y su entrenador
Pepe Mel han sido muy criticados en este inicio de temporada, no sólo por los resultados cosechados, sino también por el escaso juego y fútbol que ha mostrado, lo cual le está obligando a buscar aún su estilo, su identidad.
Debido a ello, el técnico madrileño prepara una pequeña revolución para dotar a su equipo de mayor posesión del esférico. Se espera que el centrocampista turco Emre Çolak tenga su oportunidad tras unas primeras jornadas de ostracismo y lleve el peso del juego deportivista. Eso dotaría a la medular blanquiazul de más efectivos, dejando a
Adrián y a
Florin Andone como los dos estiletes ofensivos de la vanguardia y como los hombres a vigilar por la zaga bética.
La fragilidad defensiva es otro de los grandes problemas de los gallegos. Nueve goles encajados en los tres partidos iniciales son demasiados y el
Deportivo prepara cambios para fortalecer su retaguardia.
Pedro Mosquera y Sidnei serán los sacrificados o señalados en este mal comienzo, siendo sustituidos por
Arribas y Celso Borges.
Con todo esto, a
Pepe Mel le queda aún mucho trabajo por hacer y por demostrar.