El derbi comenzó a vivirse en una Cabalgata de Reyes que fue un éxito total pese a que el mal tiempo amenazaba con romper las ilusiones de los más pequeños. Con retraso, el cortejo recorrió las calles de Sevilla y, entre los reyes, sobresalió la presencia del Rey Baltasar, un José Castro que sembró la polémica al lanzar caramelos sevillistas y vestir, tanto él como algunos de los pajes, bufandas y cantar canciones del club hispalense.
El hecho fue muy comentado en las redes sociales, donde a José Castro se le criticó que se mostrara partidista en un evento que no tiene nada que ver con el fútbol y se le comparó con Manuel Ruiz de Lopera, que hizo algo similar cuando fue Rey Mago en 1993.