A su 25 años,
Cristian Tello (Sabadell, 1991) va a ver cumplido uno de sus sueños de la infancia. Cuando apenas levantaba unos cuantos palmos del suelo y aprendía a dar patadas a un balón en el Can Rull de su pueblo, el joven extremo de padre catalán y madre con ascendencia andaluza, se aficionó al Betis, un sentimiento que ni en su casa se explican el origen y que ahora defenderá “feliz e ilusionado”.
En
Cifuentes, su barrio, muchos le recuerdan ataviado con su camiseta de las trece barras, su gorra oficial a juego con la bufanda y pidiéndole a su padre que le llevara al
Camp Nou o al antiguo
Sarriá para ver al Betis de
Lorenzo Serra Ferrer. Ahora, ha sido el de Sa Pobla el que le ha puesto en bandeja la oportunidad de cumplir su deseo de vestir de verdiblanco, aunque su camino, desde que salió de su barrio hasta llegar aquí, no ha sido nada fácil.
Extremo de la vieja escuela, posee una endiablada velocidad, que combina con una gran capacidad de desborde y un potente disparo. Sobre el campo, destaca por su personalidad. ¿Quién no recuerda el enfado de Messi en uno de los primeros partidos de Tello porque éste prefirió tirar antes que pasarle el balón al crack argentino, preparado para rematar en boca de gol?
Con edad alevín (once años), el catalán llegó a
La Masía, donde empezó a destacar desde bien temprano. Sin embargo, con 16 años, los responsables del fútbol formativo del conjunto azulgrana acordaron cederlo a la Damm. Poco después, prescindieron de él porque dudaron de su físico y Tello se marchó al otro equipo de la ciudad, al
Espanyol, donde tampoco tardó en demostrar su calidad. En su segundo año de juvenil, dio el salto al filial. Estaba a punto de terminar contrato y el Espanyol le ofreció, incluso, promocionar al primer equipo, pero el Barça lo repescó por
petición expresa de Luis Enrique, por aquel entonces en el segundo equipo azulgrana, provocando un duro enfrentamiento entre entidades.
Figura destacada en el B, despertó la atención de
Guardiola. Con él hizo la pretemporada en 2010, pero alternó el filial con el primer equipo hasta que en diciembre de aquel año debutó en la Copa de Cataluña ante el Hospitalet, mismo rival ante el que hizo su debut oficial un año después, en noviembre de 2011, en la Copa del Rey. En enero de 2012 se estrenó en Primera. Después vinieron los Juegos Olímpicos en 2012, su debut en la Champions, el Europeo sub 21 en 2013 en el que
España se proclamó campeona...
Su rol secundario en el Barça de las estrellas le llevó hasta el
Oporto en 2014 y dos años después a la
Fiorentina. Ahora, emprende una nueva aventura en la que podrá cumplir su sueño de la infancia.
Amante de los animales y los tatuajesGracias a las redes sociales, donde Tello es un usuario muy activo
(@ctello91), podemos descubrir que el nuevo jugador del Betis es un amante de los animales. De hecho, tiene varios perros: un bulldog inglés y un par de chiguaguas toys que llevan por nombre Pepa, Pepo y Nano.
Padre de una niña de tres años, nacida de su relación con su futura esposa Lorena, Tello también ha demostrado estar ‘enganchado’ a los tatuajes. Además de los brazos, tiene el torso, la espalda y el costado completamente tapado con dibujos, entre los que destaca la imagen de varios personajes de películas de animación como ‘Toy Story’ y ‘Lilo y Stitch’.
Isabel Morales5 min lectura
