El gol de Añete cumple diez años

El pasado domingo día 20, Coria del Río volvía a celebrar un ascenso a Tercera división. El cuadro ribereño empataba (2-2) ante el CD Xerez en su visita a Chapín, con los goles de Israel y de Dani Casado de penalti, sólo seis días antes del décimo aniversario del tanto de Añete que certificaba también la llegada amarilla a la última categoría nacional.

Este sábado, día 26 de mayo de 2018, se cumplen 10 años de aquella recordada diana de Antonio Salas Quinta, que anotó el definitivo 3-0 ante el Chiclana y llevó el júbilo a un repleto graderío del estadio Guadalquivir, dando inicio a diez temporadas repletas de alegrías pero también de sinsabores, de hitos históricos y de episodios tristes como el vivido el 7 de mayo del año pasado, con el descenso a División de Honor de un equipo cuyo hábitat natural ha sido siempre Tercera y que, después de bajar a falta aún de una jornada de la 16/17, revivió el hasta entonces último descenso, el de la campaña 05/06.

De Sánchez Herrera a Puma
Después de un periodo exitoso en el que, incluso, llegó a militar en Segunda B, el conjunto ribereño se veía obligado a pasar por una pequeña travesía en el ‘desierto’ de Primera Andaluza que duró sólo dos años, gracias a una gran generación de futbolistas dirigidos por Juan José Sánchez Herrera. En la 07/08 firmaron el billete de regreso a Tercera con un golazo de Añete en el partido de vuelta de la eliminatoria de ascenso contra el Chiclana, que simbolizó el fin de una etapa y el comienzo de una nueva, ya, en categoría nacional.

Tras el ascenso, y pese a la insistencia del vestuario amarillo, que lo respaldó, Juan José Sánchez Herrera dio un paso al lado, sabedor de que ya había cumplido su misión.

Le suplió Juan Carlos Álvarez, que después de dos temporadas y media fue destituido, con el equipo al borde del descenso, en la 2010/2011. Llegó por él Antonio Manuel Racero Cabello, ‘ Puma’, verdadero punto de inflexión de la reciente historia ribereña, antes incluso del ascenso logrado en Jerez de la Frontera la semana pasada.

El coriano trasladó sus éxitos desde la cantera al primer equipo. Primero, logrando la salvación en esa misma 10/11, firmando la friolera de 16 puntos en las últimas siete jornadas, y luego, en la 11/12, clasificando al Coria para los 'play off' de ascenso a Segunda B, alcanzando una tercera eliminatoria en la que sería eliminado por el Fuenlabrada del veterano Pachón.

Al año siguiente, en la 12/13, se repitió la experiencia, ya con Mariano Suárez en el banquillo. El equipo quedó tercero y alcanzó la segunda fase de ascenso a la Categoría de Bronce, sucumbiendo frente al Poblense.

Fue el final de las alegrías. En la 13/14 comenzó una dura cuesta abajo y un final que conforme pasaban las campañas se veía venir y que invitaba a la reflexión, por mucho que se redujera el presupuesto (un problema endémico en el resto de equipos sevillanos). En aquel ejercicio, el Coria fue duodécimo; al siguiente (14/15), undécimo; en la 15/16 no bajó sólo porque el

Córdoba B, con su ascenso, lo evitó, y en la 16/17 se acabó consumando un destino ya inevitable: bajar hasta División de Honor y volver a empezar. El descenso de hace un año puso fin al ciclo de Mariano Suárez y su relevo lo tomó Antonio Fernando. También hubo renovaciones en el plano institucional, con hasta tres presidentes: el siempre recordado Joaquín Salgado (fallecido en enero de 2016) ascendió al equipo y abandonó la nave en 2010, asumiendo la dirección José Carvajal, que una vez finalizado su mandato, cedió el sillón presidencial en el año 2014 a Francisco González. Florencio Peña y Tomás Alfaro asumieron el poder en un necesario periodo de interinidad hasta las elecciones ganadas por Manuel Romero Pacheco. De su mano, volvió Puma, un coriano que, como Sánchez Herrera hace hoy diez años, ha podido celebrar un ascenso a Tercera división con el equipo de su ciudad.

Fiesta por todo lo alto en el Guadalquivir
Antonio Salas Quinta, más conocido como 'Añete', hizo el definitivo 3-0 del Coria contra el Chiclana en la eliminatoria de ascenso de la 2007/2008, lo que desató el júbilo en el Guadalquivir.