Nada peor para irse a un parón de más de diez días que una derrota. Más si eso completa una serie de tres partidos sin ganar que le ha costado el puesto a Berizzo y aleja al Sevilla de la lucha por la Champions.
Los nervionenses se van de vacaciones sin entrenador y sumidos en las dudas, con el crédito de Arias, la plantilla y Castro cada vez más menguado. El mercado de entradas y salidas, por tanto, será movido.
Después de más de un lustro de dominio en el derbi sevillano, además, el del Sánchez-Pizjuán se presenta como el más abierto. El choque puede convertirse en un plebiscito al proyecto de Arias.