Jugó con Porzingis

Un sevillano en la locura NCAA

Un sevillano en la locura NCAA
Carrión no ha podido jugar en todo el año debido a que fue designado ´redshirt´ por su entrenador - Paco Virués
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
Entre los meses de marzo y abril, el baloncesto universitario estadounidense vive su torneo final. En él, las 64 mejores universidades del país se enfrentan ante la atención de todo el país, que vive este evento como uno de los más emocionantes y vibrantes de todo el año.
Dentro de esas 64 participantes en el torneo universitario ha estado cerca de entrar la universidad de Grand Canyon, que cuenta en sus filas con un representante sevillano, Adrián Carrión.

Criado en la cantera del Baloncesto Sevilla desde categoría minibasket hasta juveniles, Carrión juega como base y este año cumple su segundo año en las filas de los Lopes, como es denominado el equipo de la universidad de Grand Canyon. "Iba a empezar mi segundo año de juveniles en el CB Sevilla pero me ofrecieron la posibilidad de ir a una academia en Gran Canaria que da oportunidades de dar el salto al baloncesto universitario. No me lo pensé", cuenta ahora el prometedor jugador, de tan solo 20 años.

Allí, en Arizona, desde el primer momento descubrió una forma de trabajar totalmente nueva y diferente a la europea. "Aquí todos los días en el entrenamiento hay ocho personas en el cuerpo técnico, hay seis mánagers para asegurarse que todo esté bien... todo es más fácil a la hora de trabajar", explica. "Al final vives aquí y eres como uno más de la familia, te tratan muy bien. El tema de los estudios te lo tratan de manera que puedas compaginarlo perfectamente con los entrenamientos, por ejemplo", añade.

Precisamente los estudios es la principal razón a la que alude Carrión a la hora de señalar el motivo del ´éxodo´ cada vez mayor de jugadores jóvenes españoles a Estados Unidos. "La posibildad de venir a Estados Unidos llega porque, cuando terminas las categorías de formación en España con 18 años, tienes que elegir entre seguir jugando como profesional o estudiar. En cambio, aquí puedes compaginar las dos cosas", razona.

Sus dos años en Grand Canyon están suponiendo un progreso constante para Carrión, que continúa adaptándose al juego estadounidense, "más complicado" que el europeo en su opinión. "Es bastante distinto al español, más rápido, físico, hay que saber controlar el tiempo...", señala.

Sin embargo, no todo es un cuento de hadas para el base sevillano en Estados Unidos. Este año, su entrenador decidió denominarle ´redshirt´, que consiste en una fórmula por la que el jugador no puede competir en todo el año con el equipo a cambio de no perder un año de ciclo universitario (el máximo son cuatro). En pocas palabras, entrenaba con el equipo pero no jugaba a cambio de poder permanecer otro año más con la universidad.

Todo esto viene dado porque el rival por el puesto de Carrión, Joshua Brown, es uno de los baluartes del equipo, lo que le tapaba la posibilidad de jugar minutos. Ante esto, su técnico ha decidido esperar un año con el sevillano, pues este verano Brown termina su ciclo universiario. "El primer año jugué, pero pocos minutos. Llegué siendo el más joven, y a menos que seas un fuera de serie, cuando llegas con 18 años como yo, no juegas", explica. "El entrenador decidió darme una ´redshirt´ porque este año es el último año de Brown, por lo que en teoría a partir del año que viene jugaré más", añade.

Pero esto tiene su vertiente buena, según Carrión: "Sólo he podido entrenar, pero por lo menos he podido ganar un año para estudiar. Me ha servido para desarrollarme, entrenar, mejorar en algunas cosas, como el tiro. Me va a servir para jugar mejor en los tres años que me quedan aquí", dice.

Porque ese es su objetivo de aquí a la próxima campaña. "El año que viene espero coger más importancia. Seré ´sophomore´ y tengo ganas de demostrar todo lo aprendido en los dos últimos años. Tengo muchas ganas de jugar", asevera.
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