Estadio Deportivo4 min lecturaEl Divina Seguros Joventut visita mañana (18:00 horas) el Buesa Arena para enfrentarse al Baskonia, sin ningún tipo de urgencias después de ganar sus dos últimos partidos y situarse lejos de la zona de descenso.
Los verdinegros se enfrentan a uno de los grandes de la liga sin ningún tipo de presión y, sin renunciar a nada; solo se exige competir al máximo y continuar creciendo como equipo de cara a próximos partidos contra rivales de 'su liga', como el de la próxima semana en Badalona ante el Delteco Gipuzkoa.
La diferencia entre badaloneses y vitorianos no es, sin duda, la que refleja la clasificación. La Penya es decimocuarta con una victoria menos que el Baskonia, duodécimo.
Los dos equipos llegan al partido después de ganar de forma ajustada el último choque en la Liga Endesa. Los verdinegros sumaron un triunfo (103-101), con tintes épicos contra el Morabanc Andorra después de dos prórrogas, mientras que los vitorianos lo hicieron en la siempre complicada pista del Unicaja.
Una victoria, la verdinegra, que solo se puede explicar a partir de la fe de sus jugadores por conseguirla, lo que indica el nivel de compromiso de un equipo que, tras la llegada de Maalik Wayns, parece que empieza a despegar.
La falta de rotaciones en el juego interior y el verse siempre en inferioridad en esa faceta del juego está siendo compensada por el paso adelante que han dado Patrick Richard y Sergi Vidal, así como la sorprendente aportación al equipo del joven Xabi López-Arostegui.
Los 6'5 puntos, con un 89% de acierto desde la línea de tres puntos, que está promediando el joven canterano es una de las mejores noticias del equipo de Badalona, donde nadie se acuerda que el alero titular, Alex Ruoff, continua en el dique seco.
Habrá que ver en qué condiciones llega al partido el base Maalik Wayns, que esta semana no ha entrenado con normalidad debido a problemas en la rodilla y, a pesar de la calidad mostrada en sus dos apariciones con el equipo catalán, aún está lejos de su mejor nivel de forma.
Mañana en Vitoria, los verdinegros se encontrarán a un rival que necesita el triunfo para meterse lo más rápidamente posible en el lugar que por historia le corresponde en la clasificación. El equipo vitoriano sigue recomponiéndose tras la llegada de Pedro Martínez y buscará su cuarto triunfo en la competición nacional.
El equipo que gane mañana romperá el empate a 25 victorias que refleja la historia de los enfrentamientos entre la Penya y el Baskonia en los partidos jugados en la capital vasca, que la pasada campaña llegó al medio centenar.
Los verdinegros han perdido en sus últimas cinco visitas. Especialmente dolorosa fue la del año pasado en la que el equipo de Diego Ocampo cayó por 36 puntos de diferencia (81-45) en el estreno de Juanan Morales como presidente verdinegro.