Estadio Deportivo3 min lecturaEl conjunto de Txus Vidorreta tras haber enlazado tres meritorias victorias, ante el Efes Pilsen, el Baskonia y el Unicaja, ha caído en las canchas de los poderosos Fenerbahce y CSKA Moscú.
En la del conjunto turco logró competir a pesar del 79-66 final, pero en Rusia fue arrollado en la segunda parte a pesar de arrancar el choque a un buen ritmo.
Por su parte, el Milán también cayó duramente en su último encuentro europeo, aunque en su caso fue más grave por enfrentarse como local ante un rival de entidad menor como el Zalgiris Kaunas.
El equipo que dirige Simone Piagini tiene un balance de una única victoria, la lograda en su cancha ante el Barcelona, y de cinco derrotas.
Sin embargo, antes de perder ante el equipo lituano lo hizo ante cuatro de los equipos más potentes de la competición, como son el CSKA, el Fenerbahce, el Real Madrid y el Maccabi Tel Aviv.
El conjunto italiano, pese a sus malos resultados, tiene una potente plantilla, especialmente en la línea exterior en la que cuenta con jugadores de la talla de Andrew Goudelock o Dairis Bertans.
Además, el club milanés acaba de incorporar por segunda vez en su carrera al base estadounidense Curtis Jerrelsy procedente del Hapoel Jerusalén y se espera que debute en la Fonteta.
El Valencia afronta esta cita tras haber conseguido el pasado domingo una sufrida victoria en la cancha del RETAbet Bilbao Basket, en un encuentro en el que se mostró poco agresivo en defensa y espeso en ataque pero, al mismo tiempo, mostró un gen competitivo en el tramo final que le permitió llevarse el triunfo.
El Milán también sumó una victoria liguera antes de viajar a Valencia aunque en su caso fue mucho más cómoda, 55-74 en la cancha del Trento con buenas actuaciones de Goudelock y por Jordan Theodore pero sobre todo por una gran defensa que fue alabada por su propio técnico.
Para este encuentro, Vidorreta mantendrá las bajas de Antoine Diot y de Latavious Williams pero, como ya ha pasado en los últimos dos encuentros, el técnico volverá a disponer de doce jugadores, el máximo que se puede inscribir en cada encuentro.
En el choque en Bilbao, el técnico apostó por una presencia testimonial de Damjan Rudez y de Alberto Abalde para tener una rotación más manejable de diez jugadores, una dinámica que se espera que se repita aunque no necesariamente con los mismos protagonistas.