BRASIL VIOLENCIA

La defensa personal, un arma ante las agresiones sexuales en Brasil

La defensa personal, un arma ante las agresiones sexuales en Brasil
La defensa personal, un arma ante las agresiones sexuales en Brasil
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
Sao Paulo, 19 sep (EFE).- Estar constantemente en alerta, no economizar en seguridad y nunca dejarse dominar son algunos de los consejos para la defensa personal de mujeres en Brasil, donde varios casos de agresiones sexuales han encendido las alarmas en el país suramericano. En Sao Paulo, donde una mujer es violada cada once minutos, Aline Funke, una joven de 29 años, aprende técnicas de defensa personal desde hace cinco años, las cuales van desde la prevención hasta la práctica de métodos de reacción para preservar su integridad física y emocional. "La defensa personal no tiene reglas y la intensidad de las técnicas empleadas dependen siempre del análisis de cada situación", según explicó a Efe Ricardo Nakayama, fundador del sistema Sotai. En sus clases, Ricardo coloca a sus alumnas en el "peor de los escenarios posibles" y ensaya junto a ellas diferentes acciones para poder escapar de las garras de un posible agresor, como los que en las últimas semanas han acosado a diversas mujeres en el transporte público de la capital paulista. "Hay que desarrollar la memoria muscular para que el movimiento sea automático", asegura Nakayama, cinturón negro en diez disciplinas. En caso de que la defensa sea necesaria, las mujeres en situación de riesgo pueden aplicar el golpe seco con un solo dedo en el labio superior o en la tráquea, así como el arañazo en los ojos, lo que puede llegar a lesionar la superficie de la córnea y ayudar a la víctima a huir. La palma de la mano puede ser utilizada para golpear la región de la nariz del agresor, explica Nakayama, mientras que los dientes son útiles para escapar cuando una mujer es agarrada. "Trabajamos para eliminar el miedo de hacer daño al adversario. Hay que transformar el miedo en rabia y la rabia en iniciativa", advierte el profesor. Uno de los objetivos principales de las clases de defensa es que las alumnas aprendan a establecer un área de seguridad y eviten siempre la posición de sumisión: "Nunca hay que dejarse dominar porque siempre puede haber una oportunidad para escapar". Aline asegura que las clases de defensa personal le han permitido estar alerta en todo momento e incluso "tener ojos en la espalda" cuando camina por la calle. "Cuando yo busqué las clases no había sido acosada, pero en mi día a día, cuando camino por la calle, siempre estoy preocupada y por eso fui a buscarlas", afirma en declaraciones a Efe. Funke sintió el peligro años después, cuando un hombre intentó aproximarse a ella en un autobús. Entonces, cuenta, fue capaz de reaccionar y cohibir verbalmente al agresor, sin necesidad de usar algún tipo de técnicas de fuerza. "Yo me sentí bien de al menos haber hablado con él, porque a veces esas cosas ocurren y nos quedamos paralizadas. Creemos que es normal, que somos nosotras las que estamos equivocadas, pero no es así. Y cuando reaccionamos de alguna forma nos sentimos mejor", sostuvo. Con las de defensa personal, señala Funke, siente menos miedo y ha aprendido a exponer a las personas que le "acorralan". El temor entre las brasileñas aumentó después de que varias mujeres denunciaran en una sola semana diversas agresiones sexuales en el transporte público de Brasil. El miedo y la indignación se expandieron todavía más después de que un hombre, con notorios antecedentes de abusos sexuales, eyaculara en la espalda de una mujer en un autobús público de Sao Paulo. A pesar de que desde 2009 tenía antecedentes por quince abusos sexuales en autobuses, en los que solía exhibir sus genitales o acariciar a mujeres, Diego Ferreira De Novais, de 27 años, fue liberado gracias a una polémica sentencia dictada por el juez, que consideró que no hubo "violencia o una grave amenaza" para la víctima. De Novais volvió a ser detenido días después por un caso similar y recientemente fue condenado a dos años de prisión por una agresión sexual cometida en 2013. "Con las clases quedamos más atentas y actuamos de forma preventiva. Hoy en día cuando entro en un autobús no ofrezco la oportunidad para que ocurra alguna cosa", concluye Funke.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram