La Fiscalía solicitó hoy a la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) la suspensión indefinida de las barras bravas del Olimpia tras la reyerta entre ellas en el partido del domingo contra Sol de América, que acabó suspendido, con 507 detenidos y seis heridos, dos de ellos por arma de fuego.
La petición de la Fiscalía fue dirigida al presidente de la APF, Robert Harrison, "por motivo de los hechos de violencia ocurridos ayer en Pedro Juan Caballero", en el norte de Paraguay, donde se iba a celebrar el partido.
"Un grupo de personas identificadas como hinchas de Olimpia se arrojaron entre sí todo tipos de objetos, algunos de ellos inclusive portaban armas de fuego y armas blancas", señaló el comunicado de la Fiscalía.
El encuentro, que había sido llevado a la capital del departamento de Amambay para deleite de los hinchas del interior del país, quienes coparon el estadio, se tiñó de violencia antes de los diez minutos, con carreras y golpes por las gradas entre diferentes facciones de ultras del conjunto franjeado.
Jugadores del Olimpia como el delantero Roque Santa Cruz, suplente en el partido, o el arquero Diego Barreto fueron increpados por los barras bravas cuando se acercaron a las vallas de seguridad para tratar de poner calma entre los ultras.
Esta mañana está prevista una reunión del ministerio del Interior con los dirigentes de los clubes de la primera división paraguaya para tratar el tema de las barras bravas dentro de los estadios de fútbol.
El presidente del Olimpia, Marco Trovato, expresó a través de la cuenta de Twitter del departamento de comunicación del Decano que "definitivamente acá se termina todo tipo de relación con la barra".
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