Estadio Deportivo2 min lecturaEl Mallorca está ofreciendo una gratificación económica a algunos de los empleados que ha despedido tras el descenso a Segunda B a cambio de que firmen una cláusula de confidencialidad tras el correspondiente finiquito de su contrato.
Según informa el diario Última Hora, al firmar ese documento los empleados se comprometen a no criticar a la entidad, obligación que se extiende a sus familiares y a personas de su entorno.
Un portavoz del Mallorca requerido hoy por EFE ha rehusado pronunciarse sobre esa cláusula de confidencialidad, que supuestamente ha sido ofrecida a algunos de los empleados despedidos, el último de ellos Jaume Colombás, hasta esta semana director del área social del club.
El club balear, propiedad de un grupo de inversores estadounidenses encabezados por Robert Sarver, dueño de los Phoenix Suns de la NBA, ha prescindido de diversos empleados en varias áreas de la entidad tras el traumático descenso a Segunda B.
El consejero delegado del Mallorca, Maheta Molango, ha relacionado los despidos con la necesidad de adecuar la infraestructura del club a la nueva coyuntura planteada tras la pérdida de categoría, y con ella, de ingresos.
El club mallorquinista, líder destacado del Grupo III de Segunda B, está haciendo frente a todos sus compromisos económicos tras el concurso voluntario de acreedores -antigua suspensión de pagos- presentada en 2010.
Hace quince días procedió a abandonar 6 millones de euros a varios acreedores, entre ellos, al Athletic Club de Bilbao, al que abonó 650.000 euros por el fichaje del delantero Aritz Aduriz en 2008.