No es algo que le preocupe a
Quique Setién, al menos por lo que dice públicamente, pero lo que para
Montella no era "una posibilidad" se ha convertido en una realidad palpable en la clasificación. El
Betis está por delante del
Sevilla.
Y eso que cuando llegó el transalpino al banquillo nervionense gozaba de 8 puntos de ventaja sobre el cántabro, que le pegó el primer mordisco a esa distancia en el histórico 3-5 del
Sánchez Pizjuán. Una semana después los verdiblancos estaban ya a sólo dos de distancia después del tropiezo del
Sevilla en
Vitoria y de la victoria heliopolitana sobre el
Leganés.
Sin embargo, en las dos jornadas siguientes el
Sevilla elevaría su renta hasta las seis unidades gracias a los cuatro puntos logrados frente a
Espanyol (0-3) y Getafe (1-1), mientras que el
Betis perdía contra
Barcelona (0-5) y
Celta (3-2).
La distancia se mantuvo más o menos estable hasta que hace cuatro jornadas el
Sevilla vencía al
Athletic y el
Betis caía en
Mestalla. De nuevo ocho puntos de ventaja para los de
Montella, que incluso miraban la opción de poner en apuros la cuarta plaza del
Valencia. A partir de ahí, debacle sevillista en
LaLiga y eclosión verdiblanca. Un punto de nueve posibles de los blanquirrojos -derrotas con
Valencia (0-2) y
Leganés (2-1) y empate con el
Barcelona (2-2)- y pleno de los béticos ante
Alavés (1-3),
Espanyol (3-0) y
Getafe (0-1).
En total, en los 13 partidos que se llevan disputados desde que
Montella cogió el timón nervionense, el
Sevilla es noveno con 17 puntos de 39 posibles, mientras que el
Betis es quinto con 25.
El fin de semana da comienzo una miniliga de ocho partidos entre los dos equipos, con un calendario, a priori, más complicado y cargado -al menos un partido más de
Champions para el
Sevilla y la final de
Copa- para los nervionenses y un derbi en la penúltima jornada que puede decidirlo todo.