El Benito Villamarín recibirá este sábado a un Alavés sumido en la zona baja de la tabla e inmerso en plena reconstrucción, de la mano del técnico italiano Gianni De Biasi, quien, a sus 61 años y tras un periplo de seis años como seleccionador de Albania, ha afrontado el reto de salvar a los babazorros. Un Alavés al que el transalpino, que se estrenó en el banquillo blanquiazul con triunfo ante el Levante (la primera y única victoria en Liga del Alavés este curso), ha intentado ir mejorando desde atrás, haciéndolo evolucionar defensivamente y psicológicamente, siendo la motivación uno de los aspectos fuertes de De Biasi.
En lo deportivo, como él mismo explicó durante su presentación, apuesta por un equipo camaleónico que se amolde al rival y a cada uno de los momentos a lo largo del partido, de ahí que no se case con ningún dibujo y que también lo intente adaptar a lo largo del encuentro. Pese a ello, apuesta por ser protagonista en todas las facetas de juego, apostando por una línea de cuatro en defensa y tres futbolistas en el centro del campo.
Encontrarse con el gol es, quizás, el gran objetivo pendiente de este Alavés, que con tres tantos a favor es, junto al Eibar, el conjunto de toda Primera división que peores registros presenta en dicha faceta. Bojan, Munir y Medrán están llamados a ser la principal baza ofensiva del conjunto alavesista, que consiguió en el Benito Villamarín su mayor goleada de la pasada temporada; un 1-4 que, sin lugar a dudas, intentarán repetir.