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El Deportivo se asoma al abismo

El Deportivo se asoma al abismo
El Deportivo se asoma al abismo
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

A Coruña, 3 feb (EFE).- El Deportivo se asoma al abismo por sus pésimos resultados y las sensaciones aún peores que transmite.

El 5-0 que encajó ante la Real Sociedad este viernes ha agravado aún más la situación de un equipo que tiene que mejorar mucho para aferrarse a la permanencia en Primera División.

El técnico admitió que es "imposible hacerlo peor" que en Anoeta y pidió disculpas a la afición por no haber dado la talla y haber jugado bloqueado.

Uno de los referentes de la plantilla, el delantero Lucas Pérez, que regresó esta temporada al Deportivo cedido por el Arsenal inglés, reconoció que el equipo hizo "el ridículo" en San Sebastián.

"Hemos venido, nos hemos paseado todos, yo el primero. Vergüenza nada más", indicó el '7' del Deportivo, que no arrojó la toalla: "Soy un luchador, soy un ganador y es lo que quiero".

Su compañero Raúl Albentosa pidió también "perdón" a los aficionados del Deportivo y confesó que el conjunto coruñés no demostró "nada futbolísticamente" y está "hundido anímicamente".

Después de haberse salvado en las últimas jornadas de las temporadas más recientes (la última de la campaña 2014-15 y la penúltima de la 2015-16 y la 2016-17), el Deportivo aspiraba este curso a estar en la zona media de la clasificación y pasar un año tranquilo. Nada que ver con la realidad.

No continúan en el club ni el directivo responsable del área deportiva (Fernando Vidal), ni el director deportivo (Richard Barral) ni el primer entrenador que tuvo esta temporada (Pepe Mel).

La plantilla está cuestionada por su bajo rendimiento, el técnico actual, Cristóbal Parralo, por no solucionar los problemas, y el consejo de Administración, con el presidente, Tino Fernández, a la cabeza, por no corregir el rumbo de una nave a la zozobra.

El Deportivo apeló esta temporada a los mensajes relacionados con el mar ("Somos gente marinera y con eso no hay quien pueda"), y la sensación en el deportivismo es que el barco se va a pique.

La actuación del equipo en el mercado tampoco ha ayudado. El club y su director deportivo separaron sus caminos justo cuando se abría el plazo de incorporaciones, en el que llegó un portero (Maksym Koval), un centrocampista ofensivo (Krohn-Dehli) y un lateral derecho (Eneko Bóveda).

El primero, un desconocido en España aunque en 2013 estaba considerado uno de los guardametas con mayor proyección en Europa, no ha debutado y los otros dos fueron titulares en Anoeta y en absoluto mejoraron a los que ya había en plantilla.

Además, el Deportivo no firmó un centrocampista defensivo, una demarcación que consideraba prioritaria, si bien dejó una ficha libre a última hora (rescindió el contrato de Bruno Gama) y podría incorporar a un futbolista en paro.

En el césped, el equipo evidencia partido tras partido una escalofriante fragilidad defensiva, hasta el punto de que ha superado en goles encajados a la UD Las Palmas (51, con un partido más) y ya es el más goleado de Primera.

Sangra por los costados, le falta consistencia en el centro del campo, fallan sus centrales y comete errores groseros su portero, Rubén Martínez.

Es el equipo que más ha encajado con disparos desde fuera del área y hay que retroceder mucho en el tiempo (temporada 1956-57) para encontrar números peores en la retaguardia blanquiazul (aquel curso llevaba 54 goles en contra en 22 partidos).

A pesar de todo ese caldo negativo, el equipo está cerca de las posiciones que dan la permanencia en Primera División y en las próximas jornadas se enfrentará a casi todos los rivales que tiene más cerca en la clasificación, por lo que depende de sí mismo para levantarse.

Por delante tiene diez días para preparar la siguiente cita, ante el Betis en el estadio Riazor el lunes 12 y empezar a aclarar un panorama que pinta negro.

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