FÚTBOL ATLÉTICO DE MADRID-GETAFE

Diego Costa, el agitador inconsciente

Diego Costa, el agitador inconsciente
Diego Costa, el agitador inconsciente
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura

Madrid, 3 ene (EFE).- Diego Costa acaparó todos los focos antes del duelo ante el Getafe y consiguió que siguieran apuntando a su figura después. El tiempo que ha pasado en barbecho no ha cambiado su carácter, y así protagonizó un encuentro que agitó con alguna de sus acciones, y acabó expulsado por un acto inconsciente.

La afición del Atlético de Madrid esperaba a su delantero con ansiedad. Volvió en Copa del Rey, con un gol al Lleida tras salir desde el banquillo. Pero la hora de la verdad esperaba en el estadio Wanda Metropolitano, donde el Atlético se jugaba las habichuelas en Liga con la esperanza de reducir distancias respecto al Barcelona.

Simeone no dudó en alinear a Diego Costa entre los once elegidos. Y no defraudó a su parroquia. Cuando sonó su nombre por megafonía, fue el más coreado junto al de Fernando Torres, tal vez el más damnificado por su regreso. Había ganas de ver a Diego Costa en acción.

Se iba a ver las caras con Djené Dakoman, uno de los centrales de moda del torneo. Anteriormente fue capaz de frenar a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo. Casi nada. El duelo estaba servido y en el primer balón, el defensa togolés marcó territorio con una fuerte tarascada sobre el delantero rojiblanco.

Diego Costa no se amilanó ante la primera acción de su central, que no brilló como en anteriores misiones de enjundia. Djené acabó superado por su par, que, sin embargo, acabó caliente en una de las mañanas más frías que se recuerdan en Madrid en los últimos tiempos.

Poco a poco, el internacional hispano brasileño fue mostrando todo su repertorio, tanto futbolístico como personal. Fue un incordio no sólo para Djené, sino también para Juan Cala, con quien acabó encarándose antes cuando iban se dirigían andando hacia los vestuarios tras el final de la primera parte.

El encuentro, además, no ayudó a calmar a Diego Costa. Sobre todo en los primeros 45 minutos, en los que el árbitro, José Luis Munuera Montero, mostró hasta siete cartulinas amarillas. Un par fueron para el Getafe y el resto para el Atlético. Esa disparidad de criterio enervó a muchos jugadores rojiblancos, que en ocasiones rodearon al colegiado para pedirle explicaciones.

Casi en la última jugada antes del descanso, Antoine Griezmann hizo una dura entrada sobre Sergio Mora por la que fue amonestado y ahí se formó un lío que fue el germen de la salida de Costa. Savic empujó en el cuello a Cala, que pidió explicaciones, y acabó discutiendo con Costa de camino hacia los vestuarios.

El volcán ya estaba a punto de explotar, y en la reanudación vio una tarjeta amarilla entre dos manotazos a Damián Suárez y Juan Cala, que recibieron el carácter del delantero del Atlético, que al final vería otra tarjeta de la manera más absurda.

Después de conseguir su premio a un trabajo notable sobre el campo con el segundo gol del Atlético, decidió celebrar su tanto en la grada junto a los aficionados rojiblancos. Esa acción está claramente recogida en el reglamento con una amonestación y Munuera Montero no dudó en sacarle la roja.

Al final, el deseado regreso de Diego Costa devolvió el carácter más impulsivo al Atlético que tanto gusta a Simeone. Marcó un gol, agitó el partido pero mostró su lado más inconsciente: fue expulsado de la forma más absurda y se perderá el próximo encuentro. Diego Costa volvió. Para lo bueno, y para lo malo.

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