El terror se apoderó ayer de
Bruselas, donde tuvo lugar un doble atentado terrorista que dejó treinta muertos, 10 en el aeropuerto de
Zaventem y 20 en la estación de metro de
Maelbeek, y unas 170 personas heridas.
Tras la captura el pasado viernes de
Salah Abdeslam, uno de los terroristas más buscados, han tenido lugar estos ataques que suponen un duro golpe en uno los lugares más protegidos por las fuerzas de seguridad belgas y que recuerda irremediablemente a los atentados de
Paris de hace unos meses.
Al filo de las 08:00 de la mañana se produjeron las primeras detonaciones, la del metro se registró en el interior de uno de los vagones. Las autoridades decretaron de inmediato la evacuación del aeropuerto y suspendieron el servicio en la red de transportes públicos.
Las autoridades policiales belgas lanzaron redadas en varios puntos del país en busca de los presuntos sospechosos y cómplices de los atentados. El fiscal general belga confirmó que las autoridades buscan "activamente" a uno de los "tres sospechosos" cuya foto fue difundida a todos los medios.
Varios paquetes "sospechosos" fueron objeto de explosiones controladas, algo que, según las autoridades, se "podría" volver a repetirse en las próximas horas. Europa entera se mostró consternada por lo sucedido y se unió al dolor de los belgas tras la masacre.
Isis reivindica la autoríaEl grupo terrorista Estado Islámico reivindicó los atentados perpetrados este martes en Bruselas, en el aeropuerto de Zaventem y la estación de metro de Maelbeek, según informó el portal de seguimiento de información yihadista SITE.
Posteriormente, la propia organización difunció una nota para reafirmar la reivindicación y advertir a los "estados cruzados" de que, como consecuencia de su "agresión", tienen por delante "días oscuros". "Lo que os espera será más duro", amenaza el texto.
Estadio Deportivo2 min lectura