Podría parecer oportunista elogiar a Negredo tras la temporada que ha hecho y, especialmente, después del último partidazo y de erigirse por segunda vez en tres años como el máximo goleador español si no fuera porque, pese a las críticas y dudas que ha generado entre el sevillismo en muchos momentos, siempre lo he considerado un lujo para un equipo en el que no abundaban, precisamente, las estrellas.
Sus números le respaldan. No sólo ha batido récords en este club sino que ya forma parte de la historia del mismo. En cuatro años se ha situado como séptimo máximo goleador de la historia y como tercer máximo anotador en una temporada -superando registros de mitos como Luis Fabiano, Suker o Kanouté- y sólo por detrás de Polster y Arza. Pero más habría que reconocer sus registros a nivel internacional, pues sus 25 goles le sitúan a la altura de jugadores como Van Persie, Edison Cavani o Lewandowski, futbolistas que hoy día están valorados en cifras astronómicas -entre 40 y 60 millones de euros-, con el añadido de que lo ha logrado en un Sevilla de mitad de tabla de la Liga española, mientras que los demás lo han hecho en clubes que han peleado por los títulos en Inglaterra, Alemania, Italia o Europa y que van a jugar la próxima temporada la Liga de Campeones.
Con la venta de Navas cubriendo las necesidades inminentes del Sevilla, Del Nido podrá exigir por el delantero vallecano. Las preguntas son: ¿Cuánto debería pedir por un futbolista que está entre los diez máximos goleadores de Europa y que es el mejor delantero español si por los futbolistas de su mismo nivel se barajan cifras fuera de mercado? ¿Está el Sevilla obligado a venderlo para volver a hacer un equipo ganador?
Antonio José Medina2 min lectura