Con Varas nunca es suficiente

Con Varas nunca es suficiente
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 2 min lectura
Los que en alguna ocasión hemos sido porteros y hemos experimentado el universo de sensaciones exclusivas de la posición más desagradecida y sacrificada en el fútbol nos sentimos identificados con Javi Varas y su contrariedad por el nuevo obstáculo que han situado en su camino. Como él dijo en una ocasión a este periódico, para sobrevivir bajo los tres palos no hay que estar loco, pero sí ser especial, poseer una capacidad extraordinaria para reponerse de los reveses y sobrellevar una enorme responsabilidad que en absoluto se corresponde con el premio por su cumplimiento.

Javi lo sabe. Es un obrero de la portería. Se ha construido su nombre ladrillo a ladrillo, desde el albero, ganándose a pulso cada paso adelante en su carrera. Jamás se ha rendido, pese a sufrir más de lo deseado los sinsabores del área chica, y siempre se ha levantado merced a la creencia de que el final es la puerta a un nuevo comienzo. Supo esperar en el Sevilla y rentabilizó sus oportunidades hasta el punto de reunir los merecimientos adicionales que se le exigen a un canterano para reinar en su hogar. Y, cuando se le cerró el paso el curso anterior en el Ramón Sánchez Pizjuán, emigró a Balaídos, donde se le ha valorado en su justa medida y, ahora, suspiran por su regreso.

Varas ha cumplido con su parte y ha hecho todo lo que estaba en sus manos para regresar a la que considera su casa, mas nunca parece ser suficiente, y tampoco se cuenta con él para la 13/14, decisión, a mi juicio, incomprensible en el plano deportivo. Su nivel resulta tan indiscutible como su compromiso y sevillismo, y, junto a Beto, formaría una portería altamente competitiva. Pero, por desgracia, la historia se repite y, como acostumbra a suceder con los productos de la tierra, lo disfrutarán en otro lugar...
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