En su ánimo de mantener la neutralidad, el consejo que preside Ollero ha exasperado a los que elevaron una petición de aplazamiento o anulación de la Junta. Habrá 23-S y es probable que un regreso a otra era a partir de esa noche, hasta que la justicia vuelva a actuar. Por estética, honestidad y para poder trabajar con libertad de movimientos, Haro y López Catalán abandonan el consejo para aglutinar acciones.
Todos los béticos de buena voluntad que pretendan mirar hacia delante están llamados a filas. Incluso Castaño, pendiente aún de la justicia. Incluso Camilo Puerto y PNB. Incluso esa parte de las peñas que aún se aferra a otro tiempo y al que resulte vencedor en una noche de cuchillos largos.
El proyecto -más que candidatura- que se presenta hoy, supone darle forma al Betis del futuro sin las ataduras de la administración judicial que bloquearon el club, y sin las servidumbres de los que presumiblemente puedan ser condenados o inhabilitados. Sencillamente un Betis limpio. Abandonarlo a manos de los que han estado a punto de reventarlo -si nos atenemos a los informes periciales- hubiera sido como dejar de remar avistando tierra firme.
Ojalá no sea tarde. Porque todo lo bueno -que no perfecto- que se ha hecho, será desmontado pieza a pieza.
Eduardo Gil2 min lectura