Como si de un western se tratara los béticos están llamados a ajustar cuentas en O.K. Corral el día 23. En vez de balas, serán las acciones las que vuelen en todas direcciones cambiando de manos y siempre al mejor postor. Es el momento de invertir en el Betis. O no. Por la ciudad se deja ver estos días un personaje que se vanagloria de haberse llevado tres kilos en cuestión de meses. No está previsto que Oliver o Lopera aparezcan por el hotel Al Andalus. Lo mismo le da al segundo por ser representado por el primero. Castaño debe estar alerta o se retratará de nuevo. El proceso judicial, que ya supera el lustro, ha desgastado tanto que se asume con naturalidad que algunos denunciantes en el caso penal van decididamente de la mano de quien aún debe limpiar su nombre. Ya hace tres semanas que el consejo decidió no aplazar y mantener la fecha de una asamblea que le decapitará. Justo cuando la justicia parece haber abandonado a la víctima, ese ataque de honestidad no es compartido por todos. Entienden que las guerras se ganan en el campos de batalla, no en lo templos. Puede que realmente donde se gane sea en los pueblos. Puro Betis.
Eduardo Gil2 min lectura