Opinión

Gameiro, Llorente e Immobile

Gameiro,  Llorente e Immobile
Gameiro es el delantero del Sevilla que más ha jugado. - Carlos Pérez (12/10/2015)
Carlos PérezCarlos Pérez3 min lectura
Los goles suelen tapar muchas cosas y su ausencia provoca que salgan a la luz otras, a veces exageradas o hasta inventadas. De eso saben ya bastante en el vestuario del Sevilla, donde ha dolido mucho que se le diese pábulo a historias de Sálvame que, eso sí, de vez en cuando se dan, como en cualquier casa de vecino. Que le pregunten a Terry y Ashley Cole, si no. La cuestión es que la pelotita entró ante el Barça y fue un desquite. La pregunta es por qué esta vez el equipo de Emery encontró portería y antes no. Seguro que tiene que ver con el carácter y la intensidad, pero sobre todo la explicación se halla en el juego, en cómo atacó.

Nos decía Gameiro ayer, porque los malos resultados también suelen traer a la mente de muchos el pensamiento de que cualquier tiempo pasado fue mejor, que no echan en falta los goles de Bacca, de quien algunos se han estado acordando durante las derrotas. Pese a que a buen seguro nunca lo reconocería, porque significaría quererse poco a sí mismo, el galo tiene razón. El equipo, en realidad, lo que echaba más en falta era una forma eficiente de crear ocasiones para sus puntas. Los tres tienen pólvora. Lo que necesitan es que el resto les procure una mecha.

Para el francés, que bien puede ir al espacio o caer a los costados para arrastrar centrales y favorecer la llegada de compañeros desde la segunda línea (véanse Iborra y Krohn-Dehli contra los culés), los compañeros ya saben cómo jugar. Gameiro, además, tiene la velocidad que le falta a los centrocampistas. Es una amenaza a la espalda de las defensas y eso impide que el Sevilla caiga en la trampa que ideó Simeone para Llorente.

El riojano juega menos de lo que debería, según marca su nivel, pero juega lo normal en cuanto a las características de los jugadores que tiene por detrás. Aunque es buen receptor de juego directo, su manera de hacer goles es, principalmente, a través de los centros laterales, pero para eso se necesita llegar a la línea de fondo y el Sevilla, sin profundidad, nunca lo hace. Él es la principal víctima de la marcha de Aleix Vidal.

Lo de Immobile tiene otro motivo. El italiano es, sobre todo, un rematador de primeras y, como tal, depende exclusivamente del juego del equipo, de que haya fluidez y se transite rápido para aprovechar los espacios, y hasta ahora no se estaba haciendo. Para los nuevos, además, siempre resulta más complicado entrar en un equipo perdedor. En este Sevilla -aparentemente- ya recuperado, los tres deben empezar a hacer goles.
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