A mi manera

Enfrentarse hoy a un papel en blanco resulta más complejo de lo habitual. No soy licenciado en Periodismo y respeto a los que sí lo son, por supuesto. Dentro de poco, si Dios quiere, estaré titulado, pero en otra cosa bien distinta. Por eso sólo me queda hablar con el corazón en la mano, desembuchando mi opinión desde el punto de vista del aficionado, lo que siempre fui y seré.

Hay dos maneras de enfrentarse a la rara situación que vive hoy el Betis. A horas de disputar un partido tan importante para todos los béticos por tratarse del rival que es, voy a optar por la visión más positiva, o mejor dicho, la menos negativa. Un arma poderosa que tiene este club son sus seguidores, eso está claro. Como si de un combate de boxeo se tratara el hincha del Betis se levanta tras haber caído en la lona en incontables ocasiones. Históricamente maltratado, él siempre se agarra a la ilusión con un masoquismo incomprensible acudiendo al Villamarín partido tras partido. Yo sí lo comprendo porque lo he vivido… y lo vivo.

Hoy debemos animar, animar y animar, estar del lado de nuestros jugadores y de nuestro entrenador, que son los que son, no creo que sean tan malos como se comenta, ni tan buenos. Meterle mano al rival que hoy nos visita es tarea bastante difícil, pero ya vimos en el último derbi que con la intensidad adecuada al menos se le puede competir. Se podrá perder a los puntos, sería lo lógico ya que tienen mejor plantilla y mayor presupuesto, pero encajar un K.O. tan vergonzoso como el del último choque contra el Eibar es algo que no puede suceder más.

Así que bien harían las personas que dirigen el club en acabar ya con las supuestas guerras internas que no hacen otra cosa que debilitar al equipo; equipo que este mes se juega muchas cosas y lo peor, contra rivales de muchos quilates. Aunar las fuerzas y trabajar con el único fin de que la pelotita entre. Ni juzgados, ni presidente, ni dueño, ni accionistas, ni directiva, ni entrenador, ni director deportivo. El único protagonismo se lo deben dar a la pelotita… Será entonces cuando todos empezaremos a hablar en clave positiva.