Hace dos semanas nadie del
Betis daba un duro porque viniera
Juande. Ahora las cosas han cambiado tanto, que hay un cincuenta por ciento de opciones de que venga, ya sea ahora o para la próxima temporada.
Resulta paradójico que
Juan Merino le muestre al manchego que hay materia prima sobre la que trabajar, en cada partido que se sienta en el banquillo del
Betis. A ´Meri´ se le va a medir semana a semana y puede durar hasta mayo, si el equipo no da muestras de caerse. Importa -y mucho- que ponga lo que traiga esta semana Maciá, que para eso es el jefe.
El director deportivo ha dado prioridad al delantero -Damiao maravillao- ante la nula aportación de Rubén últimamente y se centra en el exterior zurdo y el centrocampista creativo que pidió Mel.
Las salidas de Xavi Torres y Van der Vaart -no perderle mucho a la operación- es aún más importante que reforzar la defensa. Se considera que hay tres titularísimos como Pezella, Bruno y Westermann. Así que, si
Juande percibe que el equipo se ha reforzado convenientemente, se aceptan sus condiciones deportivas y su caché, solo faltaría blindar al equipo del incendio que existe en el consejo de administración actual. Juande está informado de las filtraciones y la guerra de poder que hay detrás de la posición que mantiene el presidente
Juan Carlos Ollero.Esa inestabilidad no le hace ni pizca de gracia, pero conoce la receta desde los tiempos de Lopera. El club por un lado y el equipo a lo suyo.
Es justo lo que está haciendo
Merino, remangarse. Porque a pesar de los dos empates logrados, sin duda por delante tiene faena.