Importancia real

Se juega hoy el Betis los cuartos en tierras del norte ante la Real Sociedad. Y a la espiral positiva donde parece haberse subido el equipo en las últimas semanas toca ponerle la guinda de los tres puntos, eso es lo más urgente. De hecho, este bendito deporte llamado fútbol trata de eso: a más puntos, más alegrías y más tranquilidad, que es donde nunca parece asentarse este club. Caminos llanos y suaves no se conocen por La Palmera, más bien terrenos abruptos y escarpados.

Cierto es que el equipo, con ese plus de intensidad que en esta temporada casi no se le conocía, afronta ahora los partidos con presión en todo el campo y mucha solidaridad en las marcas, aunque la gasolina dé para sesenta y cinco minutos aproximadamente. Y está claro que el Valdano de turno no osaría a tirar de verborrea adornándose en excelentes calificativos al estilo de juego del Betis; eso seguro que no, porque el equipo por ahora juega a lo que juega, no se le puede pedir más. Sería exigirle a Merino demasiado, ya que apenas lleva un rato al mando del equipo. La práctica del ´jogo bonito´ tendrá que ser para más adelante.

Apuntarse hoy a ganar es la mejor noticia que el Betis podría regalarnos. Amén del partido en Anoeta, los refuerzos siguen copando las noticias y el interés de los aficionados. Después del amago de castaña con el caso del brasileño Damiao, el Betis refuerza bien el lateral derecho. Además apuesta por una perla del Chelsea que, al menos, velocidad se le presupone, ya veremos luego qué le aporta al equipo.

Así las cosas, demos un voto de confianza a los arquitectos del Betis, al menos hasta el cierre de mercado. Todo en pos de que el equipo se agarre a la zona templada, consiga el único objetivo planteado y salve el año de manera desahogada, y, el curso próximo, Dios dirá. Eso no implica que la línea de exigencia de dirigentes y aficionados deberá ser mayúscula porque no olvidemos que el mayor despeñadero es la confianza.