La burbuja China

La burbuja China
- Eduardo Gil
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Sobredimensionando los precios han hecho estallar el mercado, que para la China futbolística termina el día 26. Nos quedaremos sin saber qué diablos le pasó a Kakuta para que pidiera el cambio a Unai nada más debutar en el campo del Levante. Antes de que resolvamos el misterio y cumplida una vuelta, Monchi lo ha facturado con un interesante beneficio. No es el primero que los 'engaña como a chinos'. La Federación andaluza ya exporta entrenadores a docenas al gigante asiático como si fuera una franquicia con un modelo de negocio de éxito garantizado. En China el fútbol es asignatura obligatoria en primaria y secundaria y aunque su nivel FIFA está por detrás de Uganda, vienen con el taco por delante y eso es de agradecer.

Difícil será sacar a Manzano de allí. Porque si se cansan de él en Shanghái, siempre habrá quien firme al técnico andaluz pionero que importa talento hispano y europeo al balompié amarillo. Incluso el intrépido Javier Tebas pronto acabará por firmar un protocolo colectivo para que los clubes de la LFP firmen promesas orientales a cambio de determinadas gabelas económicas. Ha ocurrido en Portugal, un país en crisis pero, según dice, todavía digno de no aceptar tan sonrojante acuerdo para su segunda división. Si los chinos acechan e imponen a sus jugadores en plantilla, siempre habrá un Paco Jémez que defienda la honra del fútbol ante el imperialismo del ojos rasgados. Mejor, pensando, vamos haciendo las maletas porque no va a haber a este paso quien les diga que no.
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