El Camp Nou recibe al segundo equipo español que más títulos ha ganado en la última década después del conjunto catalán.
Como tantas veces se ha dicho, parece difícil que esta generación de buenos futbolistas que se han juntado en el
Barcelona se vuelva a repetir. No se si nunca pero desde luego será difícil encontrar en un mismo equipo a jugadores como los Busquets, Neymar, Iniesta, Messi y compañía.
Tal ha sido la supremacía que ya parece que incluso partidos que dejan dudas como, sin ir más lejos el disputado el martes en el Emirates, se analizan sólo desde la eficacia del tridente ofensivo.
Sin embargo, el
Sevilla tiene que asumir que el Barca tiene sus debilidades, como cualquier equipo. Citaremos dos: La primera la pudimos comprobar en la Champions, cuando el Arsenal supo replegarse bien y aprovechar las perdidas de los jugadores del Barca en zonas de finalización para salir a la contra con velocidad y precisión, aunque no marcara; la segunda serían las acciones a balón parado, en las que los jugadores del Barca no son buenos marcadores. Los Rami, N´Zonzi, Iborra deberían hacer daño en estas situaciones.
En esta gran década del
Sevilla sólo le ha faltado lo que ha conseguido el
Barça. Y es que, en lo puramente futbolístico, pese a los pequeños matices introducidos por Rijkaard, Guardiola, Martino o Luis Enrique, hay un sello que no cambia. Seguro que alguien dirá que, claro, que el modelo del Sevilla es diferente. Y por supuesto que es diferente en lo institucional, pero no tiene por qué no tener un sello propio en lo futbolístico. Eso le pertenece en mayor medida a sus entrenadores.
Gustos a un lado, no queda más que descubrirse ante estos dos gigantes. Esperemos que nos deleiten con un buen partido como previa a lo que podremos vivir el 22 de mayo. Una década de títulos es algo importante.
Kepa Blanco2 min lectura