Por la mañana sale el sol (Opinión)

El azúcar de la final

El azúcar de la final
- Eduardo Gil
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
El Sevilla llega hoy a Basilea para ir cogiendo sitio en la final del 18 de mayo. Allí pueden ver al campeón jugar dos veces esta temporada. Pero para llegar a eso hay que espabilar. La Champions pasa por meterle el susto en el cuerpo a Marcelino el domingo o por ser uno de los pocos clubes de la historia en ganar tres torneos europeos de manera consecutiva. Y está claro que la final de la Copa del Rey ha sido como el azúcar, que debilita. En el lenguaje caparrosiano, debemos concluir que tras golear al Celta en las semifinales durante mes y poco, solo se le ha ganado a Las Palmas, goleado al Molde y superado de manera miserable al Eibar. No va más. Para colmo, el gafe de los desplazamientos se amplía a Europa y bien haría el Sevilla en quitárselo mañana de en medio, venciendo en la nieve suiza para evitar que la bola aumente de tamaño.

Adanes y Musondas
Ángel Haro no es Florentino ni tampoco pretende un Betis galáctico, pero sí sabe lo que quiere. Así que blinden al portero de una vez y vayan a por Charly más pronto que tarde. No esperen a que lo veamos jugando la Eurocopa con Bélgica. Al menor contratiempo, Del Bosque está obligado a llamar al guardameta verdiblanco. Sus intervenciones valen una permanencia. "Si hubiera venido seis meses antes, el Betis no hubiera bajado", ya avisó Juanito. El ya ex entrenador del San Roque acaba de conocer la cara más fea del fútbol. Pero, en su caso, seguro que lo mejor aún está por llegar. Con ese lema empezó a crecer el Sevilla y ahora esa frase se ajusta como un guante al Betis que se avecina.
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