Opinión

Días contados

Días contados
- Eduardo Gil (15/03/2016)
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
La fractura entre el consejo del Betis y Eduardo Macià viene de lejos. Con buen criterio se ha preferido esperar a publicar los papeles del divorcio por varias razones. Entre ellas, que aún se está en pleno casting para encontrar un sustituto, que una rescisión sin tener recambio es un error –ya cometido cuando se cesó repentinamente a Mel- y que lo primero es no alterar el delicado equilibrio del ecosistema bético hasta que se logre la permanencia.

Tampoco olviden que la metedura de pata va a costar una pasta. Así que la decisión está tomada, la liquidación preparada y la rescisión recién negociada. En un mes o dos se escenificará una salida cantada, que tiene matices. De aquel espectacular power point repleto de inversiones a cuatro años, que tan asombrado dejó al bisoño consejo verdiblanco, queda muy poco. La desconfianza es la palabra que mejor define la relación del Betis post-Ollero y su actual director deportivo. Ejemplos mil. Cuando Macià piensa en Cañas, el consejo impone a Romero en el filial. Resulta que el "Damiao o nadie" está costando 70 mil semanales porque la estrella que Dunga prometió convocar, sencillamente es peor que Molina y Ricky. Menos mal que Van der Vaart iba a posicionar la marca Betis en el mercado internacional. Ojalá que nadie le haya insinuado a Merino que lo citara, por caridad. Bastante ha puesto ya en valor lo poco bueno que se le ha traído.

Viajes que no se reportan, scoutings y conseguidores en el anonimato, y encima Juande te pone la cara colorada con tu propia planificación... La dirección deportiva ha tenido tanta manga ancha que después de la mano se ha tomado el brazo y parte del hombro. El que prometía convertirse en el Monchi del Betis tiene ahora los días contados. Pero ojo, el hombre de fútbol que venga será la última bala? o la primera.
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