A estas alturas de competición tres derrotas consecutivas hacen que cualquier objetivo más ambicioso como lo es lograr la cuarta posición se convierta en una utopía para el
Sevilla. Y es que tres partidos en noviembre no tienen la misma importancia que la tiene cuando uno se juega los cuartos.
Súmenle que de los últimos 24 puntos en juego, el equipo de Nervión ha sumado el 33% cuando en estos meses tienes que andar por un 66% para conseguir meterte en esos puestos de privilegio a los que todos miran.
Por el lado positivo, al
Sevilla le queda un calendario factible como para lograr alcanzar al menos el quinto puesto y, lo mejor sin duda, la posibilidad de meterse en Champions a través de la
Europa League puesto que son tres partidos los que le quedan para volver a realizar otra proeza.
Entre tan ilusionantes retos haría bien el equipo en centrarse en su rival este mismo fin de semana. Un rival que ha realizado una segunda vuelta pésima pero que no es como para fiarse, porque sólo hay que fijarse en lo que sucedió ante una Real Sociedad que llegaba en circunstancias similares al equipo coruñés y consiguió dejar al
Sevilla sin opciones por alcanzar al Villareal.
El fútbol no entiende de lógicas, pero lo normal, atendiendo a los números, es que el
Sevilla se lleve la victoria ante un Depor que fuera de casa baja mucho su nivel con respecto a los partidos que disputa en Riazor.
Kepa Blanco2 min lectura