OPINIÓN

La apariencia y la realidad entre Sevilla y Betis

La apariencia y la realidad entre Sevilla y  Betis
Gameiro abrió el marcador. - Carlos Pérez @carlosperezED
Carlos PérezCarlos Pérez2 min lectura
Por cómo llegaban uno y otro, se presentaba un derbi aparentemente más igualado de lo esperado hace semanas. El Sevilla estaba atravesando por un bache y el Betis, aun sin estar brillante, se presentaba en el Sánchez Pizjuán salvado con holgura, lo que podía reemplazar su presión por valentía. De hecho, los verdiblancos salieron con fe y firmaron 20 primeros minutos buenos, casi sin dejar salir a los de Emery de su campo.

En el fútbol, no obstante, mandan más aspectos que las tendencias. Lo reconoció tras el partido hasta Adán: hoy día, y desde hace años, el Sevilla está por encima del Betis. Y varios escalones. Tiene un entrenador de elite, un plantel cargado de talento, experiencia en superar partidos de máxima tensión (competitividad) y un estadio en el que se siente superior, sea quien sea el adversario que le visite.

La apuesta de Merino por Bruno en el lateral fue positiva, hasta que el tinerfeño se creyó más atacante que defensa y N’Zonzi aprovechó la autopista. Lo que le faltó al Betis, en realidad, fue llegar. Le fallaron estrepitosamente los jugadores que le tenían que llevar arriba: Musonda y Joaquín, sobre todo, además de un Ceballos extrañamente calmado. Con éstos bien sujetos, el que amenazó fue un Sevilla en el que marcaron el de siempre -brutal campaña de Gameiro- y el que suele ponerle más alma. Coke, esta vez, también le añadió calidad en el golpeo. Un golazo. La diferencia sigue siendo amplia, en muchos aspectos.
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