Opinión

La mística del Sevilla

La mística del Sevilla
- Eduardo Gil
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
El Sevilla no abandona su rutina. Nos tiene acostumbrados a explotar cuando aparece la primavera. Y pese a todo, no ha faltado esta vez a su cita. Puerta empezó a escribir la historia, y desde entonces no paramos de pellizcarnos. Diez años y un día se cumplieron ayer en tan inhóspita tierra como la ucraniana. Bendita condena. Perpetua, firmaría cualquier sevillista. Es cierto que el equipo de Emery llega fatigado y falto de la brillantez que se perseguía cuando en verano se apostó por poner el dinero en el campo. Pero su fiabilidad nace casi de la mística.

De los penaltis que fallaron Nono o Beñat, y del decisivo que paró Beto en Turín. O los de Glasgow, con el 'León de Donetsk', como protagonista. y los dobletes de Maresca en Eindhoven y de Bacca en Varsovia. No hay empacho de finales solamente un hambre infinita.

Grandeza cincelada desde la humildad, que no es una pose. Recuerden como la gestión de la duda, se ha despachado con franqueza. La que tuvo Monchi al reconocer errores en la planificación hace poco, y la del presidente confesando el cansancio del equipo en su eufórico discurso de cada previa europea. La gloria está a un paso y este año puede ser doble.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram