Puede sorprender que se mueva poco en torno a la delantera del Sevilla, pero todo tiene una explicación. O varias, en este caso. La principal es que, tras irse Éver Banega, no quedaba en la plantilla ningún jugador de corte creativo, cuando el nuevo entrenador lo que quiere, precisamente, es que todo el equipo lo sea, para tener el balón lo máximo posible. Con Gameiro, Llorente e Immobile, Sampaoli podría poner en práctica el fútbol que tiene en mente, pero sin Kranevitter, Correa, Ganso y Franco Vázquez no.
Otra cosa es que ni el riojano ni el italiano encajen, que no encajan. Es más, apostaría a que acabarán saliendo ambos, pero es cuestión de saber manejar los tiempos. Si Monchi trajese a sus recambios (Jonathan Calleri sería una magnífica opción, sin duda) antes de que saliesen ellos, inmediatamente los estaría devaluando, puesto que los interesados sabrían que son prescindibles y el Sevilla, en dicho caso, no tendría cómo apretar para no perderle dinero a unos jugadores que sobre el papel ilusionaban y que han acabado fracasando en Nervión. Siendo posible que alguno convenza a Sampaoli durante la pretemporada, tiene pinta de que Gameiro, si alguien no se vuelve loco y paga su cláusula, va a tener nuevos acompañantes, y de otro perfil. Eso sí, todo a su tiempo. Es cuestión de prioridades.
Carlos Pérez2 min lectura