Opinión

Las dudas de un modelo de éxito

Las dudas de un modelo de éxito
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Se fueron Reyes y Baptista y parecía que nunca llegaría la gloria. Se fue Sergio Ramos y se lograron los primeros títulos en 2006. La columna vertebral de aquel inconmensurable equipo también desapareció de una tacada en 2008: Keita, Poulsen y Alves. Se cerraba así una brillantísima etapa y costó reinventarse. Entre las jubilaciones de Luis Fabiano, Palop, Kanouté y las ventas de Negredo y Navas, el equipo de Unai sobrevivió al adiós de los Bacca, Rakitic, Alberto Moreno, Aleix... ¿Acaso ahora es distinto? Este es el modelo de negocio a que nos tiene acostumbrados el Sevilla. Nadie puede llamarse a engaño.

Gameiro, el suplente de Bacca, ha dejado una plusvalía superior a la que dejó el colombiano y similar a la de Daniel. Lo que ocurre es que mientras el Atlético de Madrid se permite vetar cualquier venta a un directo rival como el Barcelona, el sevillismo se empequeñece cuando es obligado al negocio con el "odioso" Atlético. Y escuece. Porque no son más que el Sevilla sobre el papel, aunque se empeñen en lo contrario los medios de la capital. Pero el mar de fondo es otro. El tremendo riesgo de desmantelar un equipo ganador y entregarse por primera vez a un entrenador que sigue siendo un desconocido. Nunca Monchi fichó a la carta para complacer a un técnico como hasta ahora. Así que todos estamos en manos de Sampaoli. El cosquilleo es evidentemente miedo. La semana que viene empezamos a salir de dudas.
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