Un pacto de Estado es lo mínimo que merece el deporte español. Y va más allá del Plan ADO, que pronto cumplirá treinta años. Mejor ni hablar de ley de mecenazgo, que resulta claramente insuficiente. Nuestros líderes hacen el ridículo culpando a la crisis. De Barcelona 92 para acá nadie se pregunta por qué Italia, Francia o Alemania nos ponen cada cuatro años en evidencia. Esto del deporte debe ser algo más serio. Por ejemplo, Venezuela, te regala una vivienda si consigues medalla. Por eso, hay quien piensa que pagar por cada oro 94.000 euros suena a tercermundista. Los británicos no premian los metales que logran los deportistas del Imperio. Hace una década en Reino Unido promulgaron una ley para que un porcentaje de la lotería del Estado fuera a parar a cultura y deporte. De ahí salen los más de 400 millones que les han hecho ganar 50 medallas más que España. Hagan cuentas, cada una sale a mil millones de las antiguas pesetas. Aquí la miseria pública da para lo que da. Y vamos camino del modelo americano, aunque nuestras universidades no estén entre las cien mejores del mundo. Que la UCAM(Universidad Católica de Murcia) esté detrás de más del 60% de nuestros logros en Río, lo dice todo. Nuestros deportistas merecen algo mejor, que la absurda auto complacencia política y mediática a la que asistimos estos días.
Estadio Deportivo2 min lectura