Al ‘Butano’ le habría durado asalto y medio. Pero resulta que se pasea por las ondas como el rey del mambo, atizando a los profesionales del fútbol, cómo y cuándo le viene en gana. Pero poniendo a parir a la esposa de Marcelino ha cruzado una línea roja. Es indigno del cargo que ocupa caer tan bajo. Menos pico y más expedientes, artista. Resulta que entre unos y otros hemos convertido a Tebas en el jefe. Y a lo más que alcanza es a contable de la mafia. Que es en lo que ha convertido a este negocio llamado fútbol. Menuda paradoja. Hace pagar a las radios que después lo entrevistan y expolia a las teles para que ganen los de siempre. Y sus clientes son dos, acaso tres. Madrid, Barcelona y Atlético. El resto, sencillamente se la trae floja. Tebas, tras aguantar el tirón de la cruzada Del Nido, contentó a la clase media con el nuevo contrato de tv, y se alió con el Gobierno para desmontar a Villar. Aquí ha pinchado en hueso, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo. Que lo es. Por eso, el presidente de la Federación Española no irá a UEFA. Lo que no tiene sentido es que también tengamos que comernos la clase de bazofia que suelta el presidente de los clubes cada vez que le enchufan un micro. Estamos hablando de un tipo que se prostituyó al mejor postor y que ahora se arroga el derecho de hablar de todos impunemente. Eso sí, cruel con el inferior y cobarde con el que manda. Faltaría más. La criatura se ha creído su propio personaje. Señal de que anda cerca la caída.
Eduardo Gil2 min lectura