Opinión (Minuto Uno)

Las prisas por el pacto con Lopera

Las prisas por el pacto con Lopera
- Joaquín Adorna
Joaquín AdornaJoaquín Adorna4 min lectura
Lo que le pide el cuerpo a cualquier bético es que del Real Betis no salga ni un solo euro que acabe en los bolsillos de Manuel Ruiz de Lopera, quien hizo tanto bien deportivo como daño económico; que no salga ni un solo euro que acabe en la caja fuerte de Luis Oliver, sin duda uno de los personajes más siniestros que han pasado por el club. Ambos, Lopera y Oliver, eran presuntos delincuentes hasta ser condenados en sentencia firme a 8 y 15 años de inhabilitación, respectivamente, tras calificar el juez de lo Mercantil como culpable el concurso de acreedores del Real Betis. Sobre Lopera también recayó una sentencia firme a dos penas de siete meses y medio de cárcel por dos delitos fiscales contra la Hacienda Pública -acabó pagando casi 4 millones de euros-.

Las cosas pasan y se olvidan, pero a veces es conveniente recordar para saber con quiénes negocian los actuales dirigentes del Betis. Lo que le pide el cuerpo a cualquier bético no es que Lopera y Oliver ingresen, entre ambos, unos 18 millones de euros -hace un año fue rechazado un primer pacto muchísimo menos gravoso que el actual-. Los béticos, en su mayoría, quieren que se imponga el imperio de la ley sobre quienes han saqueado al club anteponiendo sus intereses personales a los de la entidad. Nos venden que el acuerdo es imprescindible para la estabilidad y para la fortaleza institucional del club, y seguramente es así, pero hay que hacer de tripas corazón para firmar un pacto con el diablo o tener muchas ganas de tomar el control absoluto del Betis. Con el juicio por la nulidad del 31,38% de las acciones visto para sentencia; con la causa penal aún abierta por presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal -le pueden caer a Lopera entre 3 y 14 años de prisión y el pago de indemnizaciones millonarias- lo que le pide el cuerpo a cualquier bético es que se mantenga la firmeza para que se haga justicia y Lopera, y Oliver, paguen lo que tengan que pagar.

Dudo que Haro y Catalán, los demandantes, las plataformas y, sobre todo, Hugo Galera, quien mantiene una guerra personal abierta con el expresidente bético, sean capaces de meter todos sus egos en un cajón por el bien del Betis. Y dudo mucho que Lopera ceda y firme. Se siente fuerte, porque el concurso fue declarado culpable, pero no se le ha atribuido responsabilidad económica. Lopera vuelve a estar en su salsa. Ya ayer veíamos un vídeo en la web de ESTADIO Deportivo y aparecía rodeado de aficionados pidiéndole que no venda. Su circo. Las prisas por firmar ahora dan juego a Lopera para destapar sospechosas ambiciones que, además, no gustan a una afición a la que le pide el cuerpo que la Justicia ponga a cada cual en su sitio.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram