Roma, Catania, Fiorentina, Sampdoria y Milán.
Vincenzo Montella está listo para empezar su sexta aventura en el banquillo. Poco más de un mes ha pasado de su destitución como entrenador del 'Diavolo', pero ya es el momento de volver a trabajar. De hecho, el objetivo de
Montella está claro desde hace mucho y no prevé desperdicio de tiempo: convertirse en uno de los mejores del mundo. Lo demuestra su filosofia de juego, innovadora, ofensiva y espectacular, una novedad para el fútbol italiano que en las tres temporadas en la
Fiorentina ha producido tres cuartas plazas en la
Serie A, una final y una semifinal de
Coppa Italia y una semifinal de
Europa League.
Resultados exitosos con un equipo lleno de españoles (como
Borja Valero, Marcos Alonso y Joaquín), capaz de encantar a los aficionados de todo el país, así como hace hoy en día el
Napoli de
Sarri, Reina y Callejón. Fue justo el
Sevilla de
Emery el que terminó una de las mejores historias de amor, futbolísticamente hablando, de los últimos años. La doble y neta derrota de los viola contra los blanquirrojos en la 14/15 rompió el equilibrio y la armonía entre Montella, el equipo y los tifosi.
Ambición. Es esta una de las palabras que mejor representa a
Vincenzo Montella. Y es también por esta razón, junto con su penetrante franqueza, que el de
Pomigliano d´Arco decidió interrumpir su idilio con
Florencia en junio 2015. Su sueño, nunca declarado pero mal escondido, era dar un paso adelante. Algo que
Montella consiguió solo un año después tras el paréntesis negativa en la
Sampdoria de la temporada 2015-2016. Las negociaciones para vender el
Milan no le ayudan, pero gracias a él los
rossoneri consiguen ganar la
Supercopa italiana contra la
Juventus (primer y unico título, hasta este momento, de
Montella como entrenador) y volver a jugar en
Europa. La ocasión tan esperada para consagrarse en el
calcio podía haber llegado este verano, considerando los 200 millones de euros gastados por el nuevo
Milan de los chinos en el mercado de fichajes, pero otra vez más ha faltado una cosa fundamental: la paciencia. Y el joven técnico ha sido el que ha pagado por el comienzo de temporada por debajo de las expectativas del club (séptimo en la clasificación a final de noviembre). Sin embargo, despidiéndole, el
Milan ha renunciado totalmente a jugar al fútbol. Porque, a pesar de todo, el 'Aeroplanino' no es un simple entrenador y el
Milan desordenado de su sucesor
Rino Gattuso lo ha puesto claramente en evidencia.
Como dijo
Vincenzo Guerini, icono de la
Fiorentina, "
Vincenzo Montella es un maestro, un instructor de fútbol, un fenómeno. Es el
Guardiola italiano". De hecho, no es una casualidad que nunca se hayan cuestionado las cualidades en el banquillo de
Montella, aunque ahora tiene que sacar afuera sí o sí todo su potencial. Y para hacerlo en
Sevilla el italiano no necesitará las presiones de
Milano o las polémicas de
Genova, sino la misma confianza de su época en la
Fiore. Un proyecto de al menos dos años para reconstruir un nuevo
Sevilla y abrir un nuevo ciclo. Solo así
Montella podrá confirmar a todos, a través de los resultados, que es un predestinado. Pero, ¿Estarán dispuestos a esperarle en
Nervión?