Ajeno a los avatares de la lucha por el título de la Liga ACB, el Cajasol se halla ya plenamente inmerso en la planificación de la próxima temporada. Con la incógnita de la continuidad de Aíto García Reneses -aunque las recientes declaraciones del presidente, Juan Carlos Ollero, dejan entrever que cuenta con muchas opciones de seguir llevando las riendas del proyecto-, las miradas apuntan directamente a la configuración de la plantilla. Y, de manera especial, a la figura del ´5´. No en vano, el levantino Juan José Triguero se mueve actualmente en el alambre. Por un lado, su relación contractual se encuentra a punto de expirar, pero, por otro, cabría la posibilidad de que el pívot renovara en unas condiciones muy diferentes a las de ahora. Y es que, dada la actual situación económica de la entidad, la continuidad del valenciano con lo que tiene firmado se torna utópica. De seguir siendo uno de los pilares del futuro proyecto, tendría que renegociar a la baja o bien optar por tomar la salida. De ser así, el Cajasol se vería liberado de una ficha alta y estaría obligado a buscar un pívot de cierta entidad que, junto a la aportación de Ondrej Balvin, cubriera esa posición para la temporada venidera.
El futuro de Juanjo Triguero es ya otro cantar. De optar por perpetuarse como jugador cajista, continuaría portando los galones una campaña más. Sin embargo, su cambio de destino bien podría venir acompañado de una variación de rol en un equipo con aspiraciones más altas. De hecho, su nombre ha sido vinculado con el Valencia en alguna ocasión, un lugar donde encontraría rápida adaptación, dados sus orígenes, pero donde, igualmente, su estatus se vería algo devaluado.
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