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Un campeón encarnado en la piel de un niño

Un campeón encarnado en la piel de un niño
Ranón Lecumberri Pastor ostenta, actualmente, el número uno en el ranking nacional. - Alejandro Hidalgo
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Son muchos los que habitualmente pasean por la ribera del Guadalquivir deleitándose con las vistas que Sevilla ofrece. Otros tantos se fijan en las diferentes embarcaciones que lo surcan, así como en el vaivén de las aguas como si de un poema de Lorca se tratase. Pocos llegan a darse cuenta que un importante club de piragüismo lucha, literalmente, contra viento y marea para poder entrenar. Y, prácticamente, nadie sabe que entre ellos se encuentra un campeón de Andalucía y España: Ramón Lecumberri Pastor.

Este joven palista sevillano se ha colgado todo tipo de medallas al cuello en las diferentes modalidades en las que ha competido, a pesar de la dificultad que este deporte plantea. “El piragüismo no llega a ser desconocido, pero sí ignorado; es uno de los deportes más duros que existen”, comentó Ramón.
El remero tiene actualmente puesta sus miras en dos objetivos fundamentales: “La concentración con la selección española y el Europeo”. “Por encima de las medallas están las concentraciones con la selección. Nos preparamos duramente a conciencia para estar ahí”, alegó el palista.

Ramón Lecumberri ha tenido el deporte como bandera a lo largo de su vida. Su padre fue atleta y le inculcó la necesidad de practicar alguno. “Me dijo que no podía estar parado, que tenía que hacer algo”, afirmó Lecumberri. Aunque comenzó, como muchos jóvenes, con un balón en sus pies, pronto decidió cambiar de rumbo, meterse en una piragua, coger un remo y lanzarse al río. “Me fije en mi hermano y mi primo, me interesé por este mundo y, por suerte, se me ha dado bien desde el principio”, comentó.

El joven palista pertenece al Club Náutico de Sevilla, donde, dice, se siente “especial”, realizando algo para lo que cree que vale. Sin embargo, destaca otro nombre junto al suyo, el de “Israel Sánchez, campeón de España en K-1 en 200 metros”. La filosofía deportiva que Ramón Lecumberri ha adquirido le ha proporcionado la madurez necesaria para conseguir sus objetivos. “Esto no es un talento innato, sino que se va aprendiendo. Para conseguir un nivel alto hay que trabajar y sacrificarse mucho”, apostilló el sevillano.

El piragüista no ha parado de cosechar éxitos . “Actualmente he quedado primero en el ranking de España”, señaló Lecumberri, quien tuvo que “dejarlo todo” para centrarse en el piragüismo, su “vida, y alcanzar todos los triunfos que ahora ostenta el sevillano. No obstante, no todo ha sido un camino de rosas para Ramón Lecumberri. Una lesión en el codo le mantuvo apartado dos meses del piragüismo. “Me dijeron que podrían ser muchas cosas, no sabían de qué se trataba”, dijo el palista. “El deporte es mi descarga de problemas, por lo que, con la lesión, lo pasé fatal. Hasta repercutió en mis estudios”, lamentó Ramón.

Sin embargo, y como uno que lleva toda una larga vida en esto, el joven piragüista se sobrepuso a la situación, se trató la parte afectada (que aún no tiene recuperada totalmente), entrenó “en un mes” lo que sus compañeros “en seis” y acabó colgándose “dos medallas de oro”. “La lesión supuso el peor momento de mi carrera, pero fue lo que me impulsó a no venirme abajo, luchar y seguir adelante”, afirmó Lecumberri. La visión de futuro de los que le conocen es ver a este palista en unas Olimpiadas, aunque él prefiere ser cauto. “Todos apuestan por mí, pero yo no miro eso. Primero el Europeo”, concluyó.
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