Beitia necesitaba saltar 1,95 metros o terminar entre las ocho mejores para acceder a la final. "No creo que tenga problemas", había dicho, y así ocurrió. Renunció a la primera altura (1,79) para empezar, como la favorita, la croata Blanka Vlasic, en 1,84. Ambas pasaron a la primera, igual que las otras trece que lo intentaron.
Tampoco tuvo Beitia problemas con el listón en 1,88 ni en 1,92 ni, finalmente, en 1,95. Fue la primera que superó la marca de clasificación automática.
Borja Vivas lo tenía más difícil. Para clasificarse tenía que mejorar en 19 centímetros su marca personal (20,51), aunque le bastaba con terminar entre los ocho mejores.
Se estrenó con un tiro de 19,65 metros, mientras el estadounidense
Ryan Whiting, defensor de título, conseguía el pase automático con cinco centímetros de propina (20,75).
El malagueño progresó en el segundo turno hasta los 20,19, una marca que le situaba séptimo, y cerró la sesión con 19,73. Tocaba sufrir hasta que terminaran todos, confiando en que no le superase más de uno, pero al final resultó insuficiente, le faltaron siete centímetros para el octavo puesto. Como hace dos años en Estambul, donde lanzó 18,94, no estará en la final de peso.
En primer español eliminado había sido, unos minutos antes,
el madrileño Mark Ujakpor. Salió en la quinta y última serie de 400, escuchó la campana tercero y cedió una plaza en el último giro para terminar cuarto con 47.16 en la serie más rápida, ganada por el bahamés Chris Brown en 45.94.