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Leyendas humanizadas, gestas perennes

Leyendas humanizadas, gestas perennes
Leyendas humanizadas, gestas perennes
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 8 min lectura

Madrid, 19 dic (EFE).- El calambre, el grito y el llanto que Usain Bolt cobijó entre sus manos el día de su adiós golpearon el ánimo de los espectadores presentes el pasado 12 de agosto en el estadio olímpico de Londres.

Esa fue la fecha escogida por el velocista para cerrar su currículum como profesional, pero un dolor agudo en el isquiotibial izquierdo paralizó al último relevista jamaicano en la prueba de 4x100. Usain Bolt, que había encarado el crepúsculo de su trayectoria como atleta con una menguante superioridad, se desplomó antes de cruzar la meta.

Él, que siempre había sido aspirante a ganar -y que, de hecho, ganó once oros mundialistas y ocho olímpicos-.

"Todas las opciones de triunfo se desvanecen cuando se duda", solía decir en sus apariciones públicas.

En la rueda de prensa previa a sus últimos Mundiales no dudó su voz -"quiero ganar", expuso-, pero en competición sí lo hicieron sus músculos. Una lesión le tumbó cuando marchaba en tercera posición.

Lloró su rabia y su decepción durante los dos siguientes minutos. En ese tiempo, la leyenda del atletismo se humanizó.

Bolt se había presentado en la ciudad inglesa con el convencimiento de poder cerrar su historial deportivo con dos nuevas preseas doradas. Debió conformarse con el bronce en su última final de los 100 metros. Del relevo se fue de vacío.

La despedida del "Relámpago" eclipsó a todos los campeones que se fueron sucediendo entre los días 4 y 13 de agosto. Ni Justin Gatlin, ni Tori Bowie, ni Elijah Manangoi, ni Dafne Schippers, ni Yulimar Rojas pudieron competir con su desbordante carisma.

Mo Farah fue más allá: celebró junto a Usain Bolt su coronación como rey de los 10.000.

Si el jamaicano cerró su leyenda en el atletismo, Rafael Nadal y Roger Federer prorrogaron la suya en el tenis. Ambos se repartieron la gloria en el Grand Slam. El español, número uno del mundo de la disciplina, ganó Roland Garros y el Abierto de los Estados Unidos; el suizo triunfó en el Abierto de Australia y en Wimbledon.

La rivalidad entre los dos grandes iconos del deporte de la raqueta sobrevive a la treintena pero, también, a la pujanza de Novak Djokovic, Andy Murray o Stan Wawrinka -todos ellos disminuidos en 2017- y al crecimiento del 'maestro' Grigor Dimitrov, el joven Alexander Zverev o el prometedor Dominic Thiem.

Para el aficionado sigue siendo un regalo cada duelo entre Rafael Nadal y Roger Federer, a quienes el ránking mundial sigue acreditando como los mejores del mundo.

También su palmarés, tan grande como lo será su legado.

Igualmente alejado de un horizonte derrotista sigue caminando el Real Madrid de la mano del técnico francés Zinedine Zidane.

Triunfó en la Liga, gracias a su victoria en la última fecha ante el Málaga. Repitió como campeón de Europa, tras anular (4-1) a la Juventus en la final. Festejó la Supercopa de Europa, con un derroche de competitividad ante el Manchester United. Disfrutó en la Supercopa de España, construyendo un global de 5-1 ante el Barcelona. Agregó a su historial un nuevo Mundial de Clubes al batir al Gremio de Porto Alegro. Y acomodó la figura de Cristiano Ronaldo, único goleador en la final de Abu Dabi, en la elite del fútbol.

El portugués besó su quinto Balón de Oro. Posee tantos como Messi y más que ningún otro en la historia, tras corregir en el último lustro una desventaja de 1-4 con respecto al argentino.

Su reciente coronación como mejor jugador del mundo en 2013, 2014, 2016 y 2017 elevó a cinco Balones de Oro el botín de Cristiano Ronaldo. En 2008 se estrenó como ganador del premio siendo el '7' del Manchester United.

A seguir portando el '11' del Barcelona renunció Neymar. Escribió el epílogo de su estancia en Barcelona la noche de una remontada inédita ante el París Saint-Germain.

Las puertas de los cuartos de final de la Liga de Campeones parecían cerradas para el equipo azulgrana con la derrota, por 4-0, en la capital francesa. Corrigió este resultado con un memorable 6-1. Entonces todavía permanecía acallado el deseo del brasileño de partir rumbo a París, previo abono de 222 millones de euros -cifra récord en el mercado del fútbol-.

Pese a su triplete, Neymar cedió las portadas a Leo Messi, en su hirviente fusión con la hinchada para celebrar el progreso del equipo. El rosarino es el hilo conductor de los éxitos más recientes del Barcelona, entregado a su exquisita regularidad.

Reconciliado asimismo con Argentina, Messi guió al combinado albiceleste hacia la cita mundialista del próximo verano en Rusia con tres tantos ante Ecuador, en la última jornada de las eliminatorias sudamericanas. El conjunto de Jorge Sampaoli se debatía entre el éxtasis y el fracaso y La Pulga, ganador por cuarta vez de la Bota de Oro europea, no dio opción a la derrota.

Otra remontada ocupa un lugar preeminente en la historia de la Super Bowl. Los New England Patriots perdían por 21 puntos ante los Atlanta Falcons, pero Tom Brady ejerció de líder para que su equipo obrará el 'milagro' en Texas.

De la actualidad deportiva se alejó, en cambio, Serena Williams. La estadounidense estaba ya embarazada cuando compitió en el Abierto de Australia. Ganó en Melbourne pero, a continuación, abandonó el circuito. En su ausencia, Jelena Ostapenko, Garbiñe Muguruza y Sloane Stephens vencieron los tres restantes torneos del Grand Slam, aunque fue Simona Halep quien cerró la temporada como número uno.

Serena Williams, madre de una niña llamada Alexis Olympia el pasado mes de septiembre, reaparecerá a comienzos de 2018.

A ese nuevo año apuntarán como campeones Lewis Hamilton (Fórmula Uno), Marc Márquez (MotoGP) y Sébastien Ogier (WRC).

Chris Froome se enfrenta, sin embargo, a una posible sanción. El británico, ganador por cuarta vez del Tour de Francia y primerizo en La Vuelta a España, debe demostrar el porqué de la presencia de salbutamol en su organismo, en cantidades superiores a las permitidas por la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Lo achaca a un uso terapéutico. "Llevo 10 años siendo ciclista, corriendo con asma y tratando los síntomas. Conozco las reglas y los límites. Nunca los he superado", se defendió.

Lucía Santiago

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