En el mes de septiembre, con la temporada recién iniciada, las previsiones hacían pensar que el
Real Betis contaba con alrededor de media docena de mundialistas. Para muchos de ellos, sin embargo, las cosas se han torcido.
Argelia patinó pronto, dejando sin billete tanto a
Ryad Boudebouz como a
Aïssa Mandi.
Tampoco fue capaz de superar la fase clasificatoria
Paraguay, por lo que
Sanabria también quedó en el camino. En el caso del marroquí
Zou Feddal, es una aparatosa
rotura del talón de Aquiles la que le priva de la que iba a ser su primera Copa del Mundo.
Distinta es la peripecia para
Bartra y
Durmisi, a quienes sus seleccionadores dejaron en tierra por decisión técnica. Con todo, los heliopolitanos mandarán a tres representantes, igualando el tope de
Francia 98 con
Jarni (Croacia),
Alfonso (España) y
Finidi (Nigeria).
Los que estarán en Rusia serán
Andrés Guardado y
Joel Campbell, en representación de
México y Costa Rica, respectivamente. El primero acabó el curso con dolencias en el peroné y regresó a su país antes de tiempo para tratar la lesión con cautela, pues no quería poner en peligro el que será su cuarto Mundial.
Aunque sólo disputó un encuentro en 2006,
Guardado fue indiscutible tanto para
Javier Aguirre en la edición de 2010 como para
‘El Piojo’ Herrera en la de 2014. Ya en esa última cita había iniciado su viraje hacia el interior del campo, el que ha reimpulsado su carrera en el fútbol europeo, y por el que
Juan Carlos Osorio lo quiere en sus filas.
Su campaña en el Betis ha sido de notable alto, siendo determinante su último pase en la primera mitad y exquisito su tándem con
Fabián en la segunda parte de la temporada. Al contrario que el mexicano,
Campbell no ha podido brillar este año en el
Villamarín. Llegó sin estar recuperado de su cirugía en el menisco de la rodilla derecha y no tardó en resentirse. Después de 89 minutos repartidos en tres jornadas, recayó para volver a pasar por el quirófano en noviembre. No reaparecería hasta abril, pero por alguna razón
no ha tenido continuidad ni siquiera como revulsivo en la recta final de La Liga. Aunque bien es cierto que, cuando ha jugado, ha demostrado veneno en el último tercio de hierba. En
Costa Rica volverá a tener un papel protagonista, aunque difícilmente podrá llegar a las cotas de brillantez que mostró en Brasil 2014. Jugando de ‘9’,
Campbell fue capital para que los ticos diesen la campanada en un grupo que reunía a Uruguay, Inglaterra e Italia.
También estará en Rusia un recién llegado al cuadro verdiblanco:
Takashi Inui. Después de dos buenas temporadas en el
Eibar de Mendilíbar, el refinado extremo japonés jugará por primera vez una Copa del Mundo. Salvo milagro, no tardará en irse de vacaciones y a principios de julio estará a las órdenes de
Quique Setién.