Un nuevo estilo para su sexta cita consecutiva

Sexta clasificación consecutiva del combinado nipón para una cita mundialista, con el ya bético Takashi Inui en sus filas. Tras liderar el grupo segundo del lado asiático, los hombres de Akira Nishino llegan a Rusia con una propuesta futbolística totalmente contraria (instaurada por el anterior seleccionador, Vahid Halilhodzic) a la que han desarrollado tradicionalmente. El nuevo técnico mantiene matices de antaño, pero prefiere un modelo de juego basado en las transiciones rápidas defensa-ataque, alejándose del estilo de posesión al que estaban acostumbrados.

Debido a ello, figuras como el mítico capitán Keisuke Honda y Shinji Kagawa se han visto relegadas a un segundo plano, ya que su perfil no encaja tanto con dicha propuesta. A su vez, el jugador del Leicester, Okazaki, también se ve apartado en muchos de los partidos, porque el planteamiento (4-3-3) sólo permite la presencia de un punta algo más físico, capaz de aguantar la pelota de espaldas para temporizar y permitir la llegada de la segunda línea del ataque. Los nipones viajan a Rusia con la esperanza de hacer una buena Copa del Mundo, campeonato que no se han perdido desde que debutaron en una fase final en 1998.